22-09-2017
Gran Bretaña está dispuesta a cumplir las normas de la Unión Europea y a pagar sus cuotas al bloque durante dos años después de su salida de la UE en marzo de 2019, afirmó el viernes la primera ministra Theresa May al ofrecer un discurso con tono conciliador mientras los negociadores buscan revivir las conversaciones hacia el Brexit.

May viajó a Florencia, Italia, cuna del Renacimiento, con la esperanza de reanudar las negociaciones con la UE sobre la salida británica del bloque,conocida como Brexit, que se han estancado por cuestiones como el precio que el Reino Unido debe pagar por salir y los derechos de los ciudadanos de la UE en Gran Bretaña.

Cuando quedan 18 meses para que Gran Bretaña abandone la UE, las negociaciones han avanzado poco. Los funcionarios del bloque han acusado a Gran Bretaña de ofrecer señales contradictorias y propuestas vagas.

Con su discurso, May tenía la intención de poner en marcha el proceso antes de que las conversaciones se reanuden la semana próxima. Sin embargo, aunque May elogió a la UE y los valores europeos, hubo pocos detalles concretos en el discurso, que estuvo lejos de abordar las preocupaciones principales de Bruselas.

May intentó ofrecer una rama de olivo al bloque sin molestar a los miembros de su propio gabinete, varios de los cuales están presionando para que el país rompa abruptamente con los otros países.

Aunque el discurso fue dirigido directamente a las otras 27 naciones de la UE, ninguno de sus líderes estuvo en la audiencia para escucharlo.

May aseguró que si los negociadores no llegan a un acuerdo sobre la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, el futuro de Europa sufrirá un “golpe perjudicial”.

Mientras exponía sus ideas sobre cómo superar el estancamiento en las negociaciones del Brexit, May exhortó a los líderes de la UE a que aborden las conversaciones con creatividad y ambición.

Las conversaciones se han topado con una barrera infranqueable en temas como la cantidad que debe pagar Gran Bretaña para saldar sus compromisos financieros con el bloque.

May dijo que Gran Bretaña cumpliría con sus compromisos financieros para que ningún país deba “pagar más o recibir menos” durante el resto del presupuesto actual de la UE.

También instó a los negociadores de la UE a mirar más allá de los modelos establecidos _como el de Noruega_ y a reconocer la posición única de Gran Bretaña cuando abandone el bloque.

Propuso un “período de implementación” de unos dos años, que ofrezca una transición después de la salida formal de Gran Bretaña de la Unión Europea en marzo de 2019.

May ha alegado que un período de transición, en el que el Reino Unido permanecería en el bloque por un tiempo limitado, ofrecería seguridad para las empresas y ayudaría a garantizar que no habrá problemas durante el cambio. Señaló también que el Reino Unido pagará un costo por abandonar el bloque pero que “honrará los compromisos que hemos contraído”.

Los comentarios de la líder británica fueron hechos durante un estancamiento en las conversaciones que se han empantanado en asuntos como la cantidad que Gran Bretaña debe pagar para saldar sus compromisos financieros.

Los líderes de la UE han exhortado a Gran Bretaña a que defina qué quiere del Brexit. En marzo, May inició una cuenta regresiva de dos años para que su país salga de la UE. Desde entonces las negociaciones han mostrado poco progreso en temas clave, como el estatus de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, y la cantidad que Gran Bretaña debe pagar para ajustar sus compromisos financieros.

El gabinete de May está dividido entre los creyentes del Brexit, entre ellos el secretario de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, que busca una fuerte ruptura con la UE, y aquellos como el jefe del Tesoro, Philip Hammond, que buscan suavizar el impacto económico del Brexit durante un largo periodo de transición.

Actualidad Laboral / Con información de AP