Comúnmente se deja al margen una de las claves para conseguir una innovación exitosa: la habilidad de admitir cuando estás equivocado. Como líder, reconocer tus errores es la mayor oportunidad para aprender y crecer. Admitir tus equivocaciones de la forma correcta puede fortalecer tu empresa y hacer que tus empleados se sientan más cómodos con el fracaso.
“Admitir cuando estás mal es una señal de fortaleza”, dice Guy Winch, autor de Emotional First Aid. “Se necesita de carácter y de liderazgo para hacerlo bien”. También establece un ejemplo para los empleados, creando una cultura en la que se sientan libres de experimentar y fracasar. Esta libertad permite generar mayor creatividad y soluciones rápidas cuando las personas cometen errores.
Practica estos cinco consejos que te ayudarán a aceptar tus propias equivocaciones, de tal manera que ayuden a crecer tu empresa:
Acepta la responsabilidad
Como líder, eres responsable de lo que ocurre en tu empresa, por lo que necesitas ‘poseer’ tanto el problema como la solución. “Nunca pongas excusas”, dice Winch. “Eso no demuestra confianza como líder”.
Haz que tus empleados también acepten sus propios errores. Muéstrales respeto y apoyo, sólo así podrás crear una cultura que acepta los errores sin sentir culpabilidad. “Aceptar la responsabilidad cuando las cosas no funcionan es un camino al crecimiento”, afirma Winch.
Sé sincero
Cuando pidas disculpas, tu audiencia estará buscando señales de falsedad, y las tomarán como indicadores de que realmente no piensas lo que estás diciendo, afirma Kurt Dirks, profesor en liderazgo en la Universidad de Washington. Para ganarte a la gente simplemente debes ser tú mismo.
“Tratar de seguir un guión únicamente disminuye el impacto potencial”, dice Dirk. “Sé quien normalmente eres”. Esa honestidad (usando tus palabras y gestos) enseñará que realmente lo sientes.
Muestra lo que aprendiste
Una buena disculpa explica qué sucedió y por qué. Inicia con por qué tomaste esa decisión y cuál fue la lógica que te llevó a tomarla. Después, explica lo que aprendiste sobre por qué no funcionó y qué información novedosa te ayudó a seguir adelante. Si aún no descubres cuál fue la lección, entonces no estás listo para ofrecer disculpas. “Debes sentirte fortalecido”, dice Winch. “Si no es así, entonces no has identificado las oportunidades y los mensajes de esperanza”.
Con todo error, no importa qué tan pequeño sea, hay una forma de prevenirlo la próxima vez. Incluso si la equivocación fue simple puedes mejorar tu proceso de pensamiento, de manera que no vuelva a ocurrir. Compartir estas lecciones también mostrará a tus empleados qué pensar sobre los errores y cómo aprender a seguir adelante.
Haz cambios proactivos
Las palabras por sí solas no significan nada, por lo que la gente necesita ver realmente acciones. Cuando delinees tu plan de cambio, menciona un paso que ya has tomado para llegar a ese fin. “Cuanto más específico seas, mejor”, dice Dirks.
Por ejemplo, podrías mencionar un nuevo proceso que has implementado para mejorar la comunicación o una estrategia para desarrollar tus productos. “Mientras puedas explicar cómo has rectificado tus errores te mostrarás como una persona fuerte”, añade Winch.
Sé empático y esperanzador
Cuando hables de un error, reconoce a cualquiera que pudo ser lastimado en el proceso. A veces el daño es obvio, pero generalmente es sutil, como el hecho de que los empleados hayan invertido tiempo y esfuerzo en un proyecto que fracasó. “Si alguien fue afectado, muestra empatía”, dice Winch.
Siempre intenta traer a colación qué fue lo que aprendiste y cómo planeas usar esta experiencia como una oportunidad para crecer. “Quieres terminar con un mensaje de esperanza en cualquier situación”, concluye Winch.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur