¿Cómo será el trabajador de 2020? El tiempo corre a un ritmo vertiginoso en el mercado laboral. Y dentro de seis años es posible que el trabajador sea como una empresa móvil y digital. Ese habitante que el mercado ha denominado como el “knowmad” o nómada del conocimiento. Se trata de profesionales multitareas, con una capacidad diferente para innovar, que es un autodidacta digital, en evolución permanente y que no necesariamente está limitado por una franja etaria. El término “knowmad” es atribuido a John Moravec, fundador de “Education Futures”, una red de expertos en gestión del cambio.
La competitividad y la globalización son los nuevos escenarios que plantean una reformulación en las políticas vinculadas con el capital humano de cada empresa. “El cambio más importante para el mundo laboral que se viene está dado, además, por la digitalización. En ese contexto, los directivos deben tratar de potenciar el uso de las redes sociales, ya que ha crecido el número de usuarios móviles”, advierte Virginio Gallardo Yebra, experto en Gestión del cambio e innovación y socio director en la consultora Humannova.
Según el especialista español, las organizaciones y sus miembros deben empezar a enfrentar la revolución que se está dando en la forma de gestionar las personas, con nuevos paradigmas y modelos de negocio. “No podemos escuchar la voz del futuro, ni consultarlo, pero sí reflexionar sobre él. En la medida que nos anticipemos al cambio, podremos afrontar los efectos dentro de la empresa”, sostiene el experto.
Gallardo menciona un estudio efectuado entre responsables de Recursos Humanos acerca de cuál era el horizonte 2020 para el trabajo. Y, de ese diagnóstico surgió que casi seis de cada 10 ejecutivos de RRHH atribuyó que el principal desafío será la digitalización de empresas. “El impacto de la tecnología digital y la conectividad, especialmente la relacionada con las tecnologías sociales internas y externas, es el factor que más cambiará la forma de entender nuestro trabajo y la gestión del talento y de la empresa, pues es lo que está haciendo aparecer nuevos modelos de negocio que requieren una nueva tipología de profesionales y directivos”, indica Gallardo, en un artículo publicado en el sitio español www.contunegocio.es. Pero añade que esa tendencia puede llegar a significar una desprotección de los profesionales. En otras palabras, el riesgo de su empleabilidad, con una posible fuga de talentos.
La digitalización dará paso a una nueva forma de organización hiperconectada y de gestión del talento colectivo, de entender la presencialidad, los equipos y la toma de decisiones. La emergencia de las “comunidades” como mecanismos organizativos hace que valores como la colaboración, la confianza o la transparencia sean elementos más importantes de las nuevas organizaciones, indica Gallardo Yebra. Por eso, el rol básico del área de Recursos Humanos será liderar la gestión de este cambio digital y ayudar a los actuales miembros de la organización a subirse a la ola tecnológica.
La globalización de la economía (26%) y la multipolaridad de los nuevos países emergentes no sólo implica cambios en el poder económico, en la localización industrial y en la generación de riqueza, sino que también implica fenómenos masivos de movilidad y una nueva fuerza laboral global.
La competitividad y la innovación provocarán cambios en las nuevas formas de gestión del talento (21%) y en los próximos años tendrá más impacto que la propia crisis económica (15%), a la que se atribuye precariedad en las relaciones laborales, pero también es considerada como un acelerador de la flexibilidad laboral, detalla el experto.
Competencia global: se rompen las fronteras laborales
La web ha dado más oportunidades a los que buscan empleo en otras partes del mundo. Por esa razón, el mercado es cada vez más exigente y tiende a contratar a los profesionales más preparados, no importa en la parte del mundo en que se encuentren. “La diversidad cultural, lejos de constituirse en un problema, será cada vez más una ventaja competitiva”, dice Gallardo Yebra respecto del resultado del Estudio Delphi RRHH 2.0. Así las cosas, el mercado no se ajustará entre la oferta y la demanda, que se acelera con la evolución demográfica. En ese contexto, el impacto generacional será intenso, debido al envejecimiento de la población laboral.
Flexibilidad permanente, empleados más libres
Según el socio director de la consultora Humannova, la flexibilidad será moneda corriente en las nuevas relaciones laborales y la manera de entender el trabajo. “Las empresas van a tender a darle más importancia al individuo y a su libertad profesional”, indica Virginio Gallardo Yebra. A su vez, los nuevos profesionales sustituirán valores como la fidelidad, la seguridad y la estabilidad por otros como la responsabilidad individual, la autonomía y su proyecto profesional. En ese contexto, el mercado global debe prepararse para recibir a más profesionales que toman en cuenta su “calidad laboral”, pero no en términos de horas o salarios, sino de proyectos.
Con información de www.lagaceta.com.ar