25-08-2017
A pocos días de que el Gobierno francés apruebe la reforma del mercado laboral, las críticas desde la oposición son la nota predominante en la rutina política del país. No obstante, los reproches del expresidente François Hollande sobre la eficacia de esta medida han encontrado una fuerte contestación desde el Ejecutivo del presidente francés, Emmanuel Macron.
Después de que el propio presidente rechazase las palabras de Hollande, quien aseguró que "no hay que flexibilizar el mercado de trabajo más" y que "no hay que pedir a los franceses sacrificios que no son útiles", ahora fue el primer ministro francés, Edouard Philippe, quien replicó al expresidente.
"Hollande desea que todo continúe como antes. Los franceses no lo quieren en absoluto", afirmó el primer ministro en una entrevista televisada al tiempo que argumentaba que "la reforma de 2016 no se discutió en detalle" y que "nosotros tenemos un método inverso, ya que los cambios en la normativa laboral se han discutido con el conjunto de las organizaciones sindicales y patronales".
Unas palabras, las del primer ministro, que coinciden en el fondo con la réplica realizada por Macron, cuando aseguró que "Francia es la única gran nación europea que no ha ganado terreno contra el paro". Además, recordó que la nueva legislación laboral, que será aprobada la próxima semana, favorecerá la creación de empleo al permitir que en las Pymes se negocie empresa por empresa, y no a nivel sectorial, para que puedan "adaptarse a la cartera de pedidos".
Precisamente este es uno de los puntos conflictivos de la reforma, que recoge la posibilidad de negociar acuerdos colectivos en las sociedades con menos de 50 trabajadores y que carece de enlace sindical, el 96% de ellas.
Sobre esta cuestión, el presidente de la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC), Philippe Luis, reconoció que la negociación sectorial podría verse beneficiada de ciertos acuerdos adoptados inicialmente en la empresa, como la cuantía de ciertas primas o aspectos relacionados con la organización de la jornada de trabajo. Una visión que no comparte la secretaria nacional de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Marylise León, quien teme que ciertos elementos de protección social puedan ser transferidos a la empresa.
Clave de la nueva ley
No obstante, la clave de la reforma está en la revisión de la indemnización por despido improcedente. En este sentido, la ministra de Empleo gala, Muriel Pénicaud, avanzó el pasado mes de julio que la intención del Gobierno es incrementar esta compensación aunque no especificó en qué cuantía. Así, en las últimas conversaciones mantenidas por el gabinete de Pénicaud con los sindicatos de la CFDT y la CFTC se ofreció desde el Ejecutivo un alza de la indemnización por este tipo de despido del 25%.
No obstante, la secretaria nacional de CFDT en declaraciones para Les Echos, Marylise León, asegura que este incremento es "extremadamente débil", y exige que esta subida sea el doble de lo estipulado en la actualidad.
1 por ciento
Es el incremento mensual del número de demandantes de empleo en Francia en el pasado julio, alcanzando los 3,52 millones de personas, lo que supone un aumento del 0,1% respecto al año anterior, según informó este jueves el Ministerio de Trabajo galo. Si a esa cantidad se suman las personas una movilidad reducida en búsqueda activa de empleo, el total de demandantes alcanzó los 5,62 millones de personas