La desigualdad persiste en México, la era pospandemia ha enfrentado muchas complicaciones económicas y sociales y una de las más profundas es la disparidad de realidades con las que se enfrentan las familias mexicanas.
Al corte de 2022, la Enigh (Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos en los Hogares) del Inegi reflejó que las familias más ricas tienen ingresos corrientes que son, en promedio, 15 veces superiores a los de los hogares más pobres.
En un extremo, los hogares del decil I (grupo de menor ingreso) registraron un ingreso promedio de 4.470 pesos mensuales (US$ 263,7) mientras que del otro lado, los hogares del decil X (grupo de mauor ingreso) registraron un ingreso promedio de 66.899 pesos (US$ 3.947,4) al mes.
Aunque la brecha de ingresos en México es todavía muy amplia, en los últimos seis años sí se han anotado mejoras. En el ejercicio de 2016, los hogares más ricos tenían ingresos 21 veces más altos.
En comparación con 2020, el año en que llegó la COVID-19, se observa también que los ingresos promedio de las familias más pobres son los que más han crecido. El ingreso del decil I aumentó 18% mientras que el del decil X presentó un alza menor, de 8%.
Estos registros sugieren que sí se ha logrado reducir la desigualdad —por lo menos la de ingresos—, pero el camino todavía es muy largo.
Transferencias han dinamizado los ingresos de los más pobres
Las transferencias representan todos estos ingresos independientes de la remuneración laboral de los integrantes del hogar. Las transferencias concentran los apoyos del gobierno, las remesas que familiares mandan desde el extranjero o el dinero que otras familias les deposita.
Para los hogares más pobres estas transferencias representan casi tres cuartas de su ingreso total: 67 de cada 100 pesos que entraron a estos hogares no dependían de ellos.
Sin estas transferencias, los hogares del decil I tendrían ingresos de apenas 1.464 pesos mensuales (US$ 86,3). Esta es una cifra significativamente baja considerando el costo individual de una canasta mínima de alimentos. Este se encuentra entre 1.600 (US$ 94,4) y 2.100 pesos (US$ 123,9) dependiendo si la zona es urbana o rural).
Esta situación no es tan compleja para las familias más adineradas que componen el decil X, sólo 10 de cada 100 pesos que ingresan corresponden a este tipo de transferencias porque la mayor parte de sus ingresos sí provienen de la remuneración laboral.
Otras desigualdades
México es un país con altos niveles de desigualdad que se interseccionan y generan mayor o menor vulnerabilidad en la vida social y económica. Ser mujer, indígena, transexual o moreno puede influir en las oportunidades de movilidad social de las personas.
Las mujeres, como un grupo poblacional, tienen ingresos significativamente más bajos que los hombres. Al corte de 2022 se observó que el ingreso promedio de los hombres fue de 9.762 pesos mensuales (US$ 576) mientras que el de las mujeres desciende hasta 6.360 pesos (US$ 375,2) al mes.
Estos resultados reflejan que el ingreso medio de los hombres es 1,5 veces mayor que el de las mujeres.
Por otro lado, las personas hablantes de alguna lengua indígena registraron ingresos corrientes promedio 40% menores a los del promedio nacional.
Actualidad Laboral / Con información de AmericaEconomia