Con formación en el deporte y la política, interesado en la literatura y con una educación académica de primera, el resultado es un Gerente con una visión integral de la empresa, o como prefiere llamarlo con una “visión sistémica”. Es Miguel Rodríguez, Vicepresidente Ejecutivo de Ovomar, compañía que se dedica al procesamiento, clasificación y distribución de huevos de gallina.
Es egresado de la Universidad Simón Bolívar, como Ingeniero Mecánico, y luego cursó la Maestría en Administración de Empresas, del IESA. Desde el inicio de su desarrollo profesional tuvo en sus manos grandes responsabilidades, en empresas de diferentes áreas: servicios, industrial, textil, alimentos, en la mayoría de los casos el manejo del recurso humano, ha ocupado parte importante de su tiempo.
Una de las compañías en las que trabajó, y aprendió, fue Mavesa, en la Vicepresidencia de Nuevos Negocios, como Coordinador. A los 6 meses fue designado Gerente General de Productos Danimex, que “se dedicaba a deshidratar productos derivados del huevo de gallina”. Explicó que fue una experiencia interesante, allí pudo “aplicar muchos de los conocimientos adquiridos en el IESA y bajo el paraguas de una gran organización como Mavesa”.
Y más adelante, 15 años después, superadas otras experiencias profesionales, regresó al área, a Ovomar. Pero no por casualidad. Contó que el Vicepresidente Ejecutivo, a quien conoció cuando trabajaba en Danimex -empresa que compraba materia prima a Ovomar-, lo llamó antes de jubilarse, para que lo sustituyera en el cargo.
Mientras en la primera, su trabajo estuvo en el desarrollo de un nuevo negocio, con todo lo que implica; en esta oportunidad la labor ha sido un poco más compleja, profesionalizar la empresa “fue un reto enorme afrontar la realidad laboral, con una fuerte intervención del Estado, con una nueva Ley y enfoques laborales, también ha sido lidiar con un sindicato. Aquí el componente político es muy fuerte”.
Esta ha sido una de las oportunidades en las que ha podido poner en práctica lo aprendido cuando estuvo en el movimiento estudiantil, tanto en la USB como en el IESA. “Eso le da a uno una visión muy distinta y lo enriquece mucho el juego político y los factores de poder en una organización. Me ayudó a no prejuiciarme a la hora de actuar con el sindicato y comprender más sus posiciones”.
Del deporte dijo que aprendió el trabajo en equipo “Conocer tus limitaciones y complementarlas con el resto de tus compañeros”. Desde pequeño practicó beisbol, futbolito, basquet, voleibol y ping pong. Pero actividad deportiva también define el carácter de la persona, su visión de enfrentar los retos, y eso es claro en este Gerente “Uno puede tener derrotas pero si perseveras logras tus metas, e inclusive, va más allá de la derrota o victoria”.
Don Quijote de la Mancha, el libro, está de nuevo en su mesa de lectura, después de 20 años, aproximadamente. “Quizás en muchas cosas yo me veo como un Quijote, en la búsqueda de unos ideales y luchando con unos molinos de viento, que muchas veces no son tan sencillos de enfrentar”.
Tal vez en esos ideales se encuentra su visión de país. Dijo que espera poder contribuir a “la reconstrucción y evolución” de Venezuela. Apoyar en alguna institución del Estado “que trascienda al cortoplacismo político, vinculado a un proyecto de nación”. Crear bienestar a la población, es su interés.
Actualidad Laboral / Adriana Salazar Salas