En el mensaje del Presidente Maduro acerca de la propuesta de recuperación de la maltrecha economía venezolana, destaca la presencia de sectores de actividad económica que serán priorizados a fin de reimpulsar el crecimiento, para ello ha convocado a representantes del sector privado a fin de acordar una estrategia de común acuerdo que facilite su puesta en marcha, sin embargo la propuesta no identifica claramente cómo y de qué manera, se lograrán superar los graves desequilibrios que enfrenta la economía nacional, marcada por una inflación galopante, la contracción del aparato productivo, la crisis de balanza de pagos y un serio déficit en las cuentas fiscales, consecuencia, entre otros, de la reducción en el ingreso nacional asociado a la caída del precio de los hidrocarburos, todo esto acompañado por la escasez y el desabastecimiento en una larga lista de productos de consumos masivo, que origina irritación y malestar en la población.
Por otra parte, el entorno global y en especial el de la región, confronta la incertidumbre derivada de los cambios en el patrón de crecimiento, fuertemente marcado por la desaceleración de la economía china, y el lento crecimiento de países del mundo desarrollado.
Por lo tanto el panorama complica aún más la puesta en marcha de los acuerdos sectoriales, dónde urge la obtención de recursos adicionales a objeto de financiar las iniciativas planteadas. Captar dinero fresco, requerirá de la presencia de un entorno capaz de generar la confianza necesaria para que los recursos, en especial aquellos vinculados al sector privado, fluyan en los tiempos estimados a fin de recuperar la producción nacional.
Para ello, urge el diseño y aplicación de un programa de ajuste destinado a recuperar los equilibrios macro económicos, que facilite la estabilidad, condición necesaria para que el crecimiento del aparato productivo despegue. De allí la importancia de contar con dicho programa a fin de presentar a los mercados en forma clara y coherente el contenido de las medidas a adoptar para reconducir la marcha de la economía venezolana.
En dicho programa hay que establecer claramente las reglas de operación en especial con el sector privado, ya que el esfuerzo a realizar obliga a una estrecha cooperación pública privada, a objeto de recuperar la capacidad productiva, eliminando las restricciones derivadas de los múltiples controles, en especial en materia de precios y en la adquisición de las divisas necesarias para la importación de insumos, repuestos y equipos, necesarios para normalizar la oferta de bienes y servicios, en otras palabras recobrar la confianza del mercado nacional e internacional mediante la aplicación exitosa de un programa de ajuste.
Por lo tanto es de gran importancia que la ejecución del programa genere a corto plazo resultados concretos, entre ellos aliviar el impacto inflacionario, disminuyendo el incremento en los precios, mejorar el abastecimiento, reducir la escasez y dar muestras claras que se inicia un período de revisión del gasto gubernamental, a fin de ajustar el presupuesto nacional a las nuevas condiciones, marcadas por las reducción del ingreso fiscal.
De allí la importancia de la gestión de dicho programa, sin resultados se pierde la confianza y se deteriora rápidamente los esfuerzos realizados para superar la situación mediante la propuesta de los motores sectoriales.
Maritza Izaguirre / Socióloga