22-12-2017
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) hizo un llamado a nivel mundial para recibir donaciones a fin de financiar los pisos de protección social en los países de ingresos bajos y medios.
Las donaciones contribuirán a establecer sistemas de protección social sostenibles que podrían cambiar la vida de 400 millones de personas que hoy día están excluidas del beneficio de las prestaciones básicas de seguridad social. Las contribuciones alimentarán el Fondo OIT/Fundación Rey Baudouin para los pisos de protección social.
Hasta 91,5 por ciento de cada donación estará directamente destinada a desarrollar sistemas de protección social en los respectivos países. Con este fondo, la OIT prologará y ampliará su apoyo en el marco de su Programa mundial de referencia sobre el establecimiento de pisos de protección social para todos, que ayuda a los países a alcanzar una protección social universal.
Hoy día, 55 por ciento de la población mundial no tiene acceso a la protección social. El Programa de referencia de la OIT tiene por objetivo ofrecer cobertura a millones de personas que están excluidas de la protección social de aquí a 2030. Desde su lanzamiento en 2016, el Programa ha obtenido resultados tangibles en 14 de los 21 países destinatarios. A fin de proseguir con esta ambiciosa tarea, el Programa necesita cubrir un déficit de recursos de 30 millones de dólares. Un proyecto de la OIT en Camboya – dirigido a extender la protección social de la salud a todos los trabajadores – beneficiará de por sí a 1,1 millones de familias.
“La protección social es algo de lo cual la mayoría de nosotros nos beneficiamos y con frecuencia damos por sentado. No obstante, sigue siendo un privilegio reservado a un número demasiado pequeño de personas. El acceso a la protección social cambia la vida de las personas”, declaró Isabel Ortiz, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT.
Ella cita el ejemplo de Regina: su vida cambió después que pudo tener acceso a una pensión de ancianidad . Regina vive en una pequeña aldea de Mozambique. Antes, para sobrevivir dependía de la caridad de sus vecinos y amigos. Desde 2010, ella se beneficia de una pensión social patrocinada por el Estado. Con este subsidio mensual puede comprar arroz, azúcar y sal, y cubrir los gastos de transporte al hospital. Ahora hasta puede mantener a su nieto que vive con ella. “Desde el día que recibí mi primera pensión, soy alguien”, afirmó Regina.
El ejemplo de Regina muestra que la protección social universal es posible. Haciendo una donación hoy, puede cambiar la vida de millones de personas.
Actualidad Laboral / Con información de OIT