Ya tienen 2 días en protesta a las puertas de la sede la Organización de Estados Americanos (OEA), en Caracas. Es un grupo de 60 personas, 10 se encuentran en huelga de hambre, tienen hasta 8 años esperando ser seleccionados por el Sistema de Democratización del Empleo (Sisdem) de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

“Pdvsa está manejando el Sisdem a dedo y los trabajadores que son del municipio Lagunillas, no son tomados en cuenta, ponen a familiares y conocidos”, dijo Joel Arias, uno de los que se encuentra en huelga de hambre, a la espera de que el embajador Miguel Ángel Trinidad, interceda ante las autoridades para que considere el caso.

Estas personas vienen del estado Zulia, de los municipios Cabimas y Lagunillas, y denuncian que las empresas están contratando a trabajadores de otras zonas del país. Así lo aseguró José Gregorio Martínez, quien también se encuentra en huelga de hambre “Lo que vemos es pura gente foránea, de otros estados, de Yaracuy, Caracas, Barquisimeto, Valencia”.

Sobre este método para contratar personal en las empresas que realizan actividades para la industria hay varias denuncias, también hablaron de venta de puestos de trabajo. Joalis Navas dijo haber escuchado una conversación sobre ese tema. “Me han hablado ‘ay, me bajé con diez palos’, dicen y al otro día ya están seleccionados”.

La última vez que Navas fue contratada por una compañía petrolera fue en 2006, oportunidad en la que vivió un hecho similar, de presunta corrupción. “Cuando yo estaba en el Lago, los mismos jefes me decían ‘si me mojáis la mano yo te dejo trabajar los fines de semana y horas extras, o si no, trabajas hasta los viernes’ (…) y yo a uno le dije ‘no te mojo la mano, por mi te morís de hambre, porque yo soy padre y madre para mis hijos’ aparte que sacaba poquito”.

Para sobrevivir

Unos sentados y otros acostados en el piso, sobre cartones, a las puertas de esta representación diplomática se encuentran en iguales condiciones hombres y mujeres, sólo esperando un mejor empleo para proteger a su familia. Mientras, realizan trabajos informales, aprovechando sus habilidades.

Itamar Romero, es madre de 3 menores de edad, dijo que tiene 8 años inscrita en el Sisdem “y nunca he sido seleccionada”. Para mantener a su familia, se dedica al manicure: “yo arreglo uñas, pero no es lo mismo, no alcanza para la escuela, para lo que ellos piden”. Por su parte, Joalis Navas, cubre las necesidades de ella y sus 2 hijos, vendiendo “donas rellenas”.



En el caso de los hombres, Joel Arias dijo que son taxistas, o mototaxistas, entre otras actividades esporádicas. “Es sueldo mínimo, ni siquiera te quieren cumplir con cesta ticket, en cambio como trabajador petrolero el ingreso es mayor”.

A Gladys Quintero, le preocupan las condiciones generales de la zona donde vive, Lagunillas, más allá del empleo en Pdvsa, aunque dijo que se inscribió en el sistema desde que se implementó, en el año 2005. “Todo lo que trabajas es para puro comer”, según explicó los precios de los productos están por encima de la regulación.

“Allá un jabón te cuesta un realero, un litro de leche (de 7 Bs) te cuesta 25 bolívares (…) en los Mercales amanecéis y todavía no compráis (…) de los pañales, te venden un solo paquete; de aceite, 4 litros; de arroz, 4, y eso si hay suficiente porque si no te lleváis uno de cada uno”, acotó Quintero.

El plan de estas personas es permanecer en el lugar hasta ser atendidos por algún representante de la industria o por el presidente Nicolás Maduro.

Actualidad Laboral / ASS / SZ