25-05-2022

La educación financiera es una pieza clave en el desarrollo de una carrera profesional y una vida exitosa. Sin embargo, en ocasiones, las personas no somos capaces de identificar las conductas tóxicas o las actuaciones poco correctas que realizamos cuando tratamos de gestionar eficazmente nuestro patrimonio. En la mayoría de los casos, tenemos creencias y emociones sobre el dinero que están formadas por nuestras experiencias individuales de vida.


Ken Honda es un profesional experto con más de 10 años de experiencia investigando sobre la psicología del dinero y la felicidad. Durante su trabajo, Honda pudo constatar que existen siete tipos de personalidades vinculadas a la gestión del patrimonio. Aunque según el especialista, las personas no solemos vincularnos exclusivamente a una y compartimos rasgos de diferentes módulos. Identificar estas actitudes puede hacernos mejorar nuestra relación con el efectivo. "Puede ayudarlo a hacer cosas como gastar menos en compras impulsivas, mejorar su presupuesto, invertir sabiamente y asegurar un buen ahorro para la jubilación", ha detallado el profesional a la CNBC.


Ahorrador compulsivo


Este tipo de personas se caracteriza por guardar dinero sin parar, aunque en ocasiones no haya ninguna meta de por medio, por pensar que ahorrar es la única forma de sentirse más seguro en la vida y por ser frugal, es decir, por tener experiencia con métodos y herramientas para economizar. Estos ciudadanos pueden dejar de vivir momentos de felicidad y alegría por no gastar.


Un consejo para estos individuos pasar por "aprender a encontrar un equilibrio entre ahorrar dinero y disfrutar de la vida. Piense en dónde se ve a sí mismo en el futuro y cómo puede usar sus ahorros para llegar allí".


Gastador compulsivo


Estamos ante una personalidad de este tipo cuando una persona tiende a gastar dinero en cosas que no son necesarias, también si tiene una apariencia extrovertida y le encanta tratar a las personas con algo especial o cuando utiliza su patrimonio para aliviar sus penas emocionales. El consejo económico de Honda es crear un plan presupuestario para ayudar a ver las cosas desde una perspectiva diferente.


Hacedor de dinero compulsivo


Estos ciudadanos creen que ganar más dinero es el secreto de la felicidad, invierten la mayor parte de su tiempo tratando de conseguir la mayor fortuna posible y obtienen placer por la aprobación y el reconocimiento de otras personas gracias a su éxito financiero. El experto les aconseja que reconozcan que hay más en la vida que el dinero: "Si tiene una cantidad considerable de riqueza, dele un propósito ayudando a otros, ya sea donando a una causa importante o dándose el gusto de esas vacaciones familiares".


El indiferente


Podremos identificar a estas personas si piensan en su patrimonio de forma muy poco frecuente o si consideran que este no debería influir en las decisiones importantes de la vida. Estas personas tendrán que estar al tanto de saber a dónde va su dinero, cuáles son sus gastos mensuales y cuál es su situación de deuda si quieren tener una economía saludable.


Ahorrador-despilfarrador


Estos individuos comparten rasgos de los ahorradores y de los despilfarradores. Suelen guardar grandes sumas de dinero, pero al mismo tiempo, cuando alcanzan una buena cifra, lo gastan rápidamente en compras que no son necesarias. "Al igual que los gastadores compulsivos, los ahorradores-despilfarradores rara vez piensan en lo que están gastando cuando deciden derrochar", ha reconocido Honda.


El jugador


La personalidad de estos ciudadanos es una mezcla entre las características del 'hacedor de dinero' y los gastadores. Según el profesional, "la emoción del riesgo y la promesa de la recompensa es un placer en sí mismo" en el que este tipo de individuos suele perderse. "El objetivo es ser introspectivo y estricto con los riesgos financieros que tomas", ha explicado.


El preocupado


Estas personas están constantemente preocupadas por la posibilidad de perder todo su dinero, además, les falta confianza para alcanzar una libertad financiera. Los podemos reconocer cuando comiencen a obsesionarse con el peor de los casos si se queda sin su patrimonio. Para Honda, estas personas deben" comprender de dónde provienen sus preocupaciones financieras, ya sea que eso signifique hablar con un asesor financiero o un terapeuta", si quieren avanzar en la vida.


Actualidad Laboral / Con información de LaInformacion