A la hora de apuntarse a una oferta de trabajo, hay que asegurarse de que el puesto ofertado cumple con los criterios de nuestra búsqueda tanto como nosotros cumplimos con los requisitos especificados en la oferta. Si pasamos a los siguientes estadios de la selección y, al final, acabamos convocados para una entrevista, es importante que nos preparemos bien para dejar la mejor impresión posible a los entrevistadores.
Saber qué responder y cómo, recopilar nuestros mayores logros y, cómo no, cuidar de nuestra estética y presentación son factores clave para bordar una entrevista de trabajo. En concreto, la primera clave de las que acaban de mencionarse es muy importante, ya que cuanto más claros y concisos seamos en nuestras respuestas mejor imagen de idoneidad para el puesto dejaremos en las personas que tengamos enfrente nuestro.
Siempre hay una pregunta en la que es muy posible fallar o, como poco, no responder todo lo bien que se podría. Se trata del resumen de la experiencia profesional. Cuando los entrevistadores nos piden resumir nuestra vida laboral, la clave está en evitar hacer un resumen de nuestro currículum, ya que para ello tienen el CV físico o electrónico que les hayamos facilitado.
¿Cómo hay que responder, pues, a esta pregunta? El especialista en carreras laborales John Lees explica, según recoge la revista Harvard Business Review, que hay que tener en cuenta dos aspectos: identificar cuál es la necesidad de la empresa y saber cómo llenar esa necesidad con nuestra respuesta. Es decir, hay que identificar bien qué busca la empresa en el perfil laboral que quiere contratar y cómo nuestra trayectoria laboral encaja con su búsqueda.
Identificar la necesidad de la empresa
Para identificar la necesidad de la empresa hay que repasar muy bien la descripción de trabajo y detectar expresiones como "requerido", "debe tener" y "muy deseado". Las listas encabezadas por "lo que estamos buscando" y "lo que necesitamos" son también importantes. La búsqueda se puede completar visitando la página web de la empresa y averiguando cuáles son los valores que están detrás de la línea de trabajo.
Una vez que estemos en la entrevista, el tono en el que se haya desarrollado la conversación puede ser también significativo: si ha sido un ambiente informal, divertido, serio... Esto nos dará claves para entender qué tipo de trabajador están buscando.
Responder a las necesidades de la empresa
Una vez que se hayan identificado todas estas claves antes y durante la entrevista, simplemente habrá que amoldar nuestra experiencia laboral a esos rasgos destacados. Por ejemplo, si están buscando a alguien que sepa comunicar y que se integre en un ambiente laboral de grupo y trabajo en equipo, destacaremos las experiencias laborales que encajen con esas características, aquellos puestos que hayamos desempeñado en los que la comunicación haya sido importante o algún logro que hayamos conseguido trabajando en equipo.
La idea es escuchar proactivamente lo que nos está diciendo el entrevistador indirectamente y saber encajar nuestra experiencia personal. Eso sí, amoldar los hechos no significa mentir, ya que, si tratamos de exagerar o de inventarnos alguna anécdota para quedar bien, probablemente, nos acaben pillando y quedemos peor de lo que esperábamos.
Actualidad Laboral / Con información de La Información