Brr. Notificación en el móvil. Ahí está. Pendiente. Mirándote. Ese mensaje que te avisa de que tienes un nuevo WhatsApp. Y no es uno cualquiera. Es el jefe. Tu jefe.

Ese WhatsApp que hasta ahora usabas para las quedadas de amigos, para dar el parte a tu madre o para el último cumple en el cole del niño tiene ahora un nuevo invitado. ¿Cómo debes charlar con tu jefe a través del móvil? ¿Cómo saludarle y escribirle? ¿Hay que contestarle al minuto?... En definitiva: ¿Sabes cómo chatear cuando se trata de asuntos profesionales?

Úsalo sólo si tu jefe quiere. Pese a ser evidente, el error es común: hay gente que escribe mensajes a través de esta herramienta a sus superiores, pero para éstos puede no ser la vía más adecuada. "Lo primero que debes hacer es preguntarte si se trata de la manera más apropiada de comunicarte con él", asegura Bárbara Patcher, autora del libro The Essentials of Business Etiquette. El mismo consejo guía el uso de otras aplicaciones similares, como Facebook o Messenger. Y, ¿qué pasa si es el trabajador el que no quiere usar esta vía de comunicación? "Si el jefe quiere utilizarlo, el empleado debería responder por simple amabilidad".

¿No sería mejor un email? Piénsalo dos veces. Si eres tú quien inicia la conversación, ten en cuenta qué deseas transmitir. Si se trata de un recado largo, quizá sea más adecuado el correo electrónico. "El email puede usarse para mensajes más detallados y es concebido como más profesional", recuerda Patcher. "Además, crea un registro permanente y puede ser impreso fácilmente, es el método rápido y generalmente esperado para comunicarse en el mundo de los negocios, pues casi todos tienen email, pero no todos tienen WhatsApp".

¿Cómo saludar? Igual que en un email lo usual es comenzar con un "Querido Sr. X", en un wasap es correcto saludar con un simple "hola", pues es una vía más informal. "Hay mensajes rápidos en los que incluso no se espera un saludo, ya que se trata de conversaciones que van y vienen", apunta la experta. Tampoco ve necesario incluir un "¿qué tal?" o expresiones similares.

La despedida, evitable. Del mismo modo, se acepta que en un mensaje instantáneo no se cierre la conversación.

Recuerda con quién hablas. Patcher hace hincapié en la necesidad de mantener un tono profesional, algo que a veces se olvida por la informalidad de esta herramienta de comunicación. Por ello, es esencial respetar la gramática y las reglas de puntuación, no usar abreviaturas y no abusar de los emoticonos. Además, al igual que sucede con los SMS, se considera que el uso de mayúsculas equivale a elevar el tono del mensaje. Modera también con la ironía, pues es difícil transmitirla por escrito.

Cuidado con el autocorrector. Es aconsejable leer bien el mensaje antes de enviarlo, pues el corrector puede jugar malas pasadas.

Responde siempre... y hazlo por WhatsApp. Si tu jefe inicia una conversación a través de esta aplicación, espera que le respondan por la misma vía. Si consideras que la contestación es demasiado delicada como para escribirla en un wasap, pide permiso antes de tomar la iniciativa de llamar. Porque esa es otra regla básica: no uses esta vía para asuntos que requieren una conversación más seria.

Ten paciencia. No conviene seguir enviando mensajes si el jefe no responde. Dale tiempo. Es fácil resultar pesado, así que piénsalo dos veces antes de enviar otro mensaje recordando el asunto pendiente. En todo caso, si te toca responder a ti, la gente espera que contestes lo antes posible", añade Patcher.

La brevedad manda. Para cualquier conversación, no sólo profesional, WhatsApp está concebido como un chat, por lo que hay que evitar mensajes muy largos. Para eso está el email. Aunque tampoco se recomienda ser excesivamente breve y mandar un wasap para cada frase. Mejor mensajes más largos y con más contenido.

Cuida tu presentación. Cuando uses WhatsApp como vía de comunicación en el trabajo, presta atención a la foto de perfil. Además, pon un nombre reconocible para que se pueda saber quién ha enviado el mensaje con la simple notificación. Si la conversación es el grupo, conviene también revisar quiénes son los miembros, para no decir nada inadecuado. Y si decides abandonar la conversación, avisa primero.

Y una pista extra: no pongas punto tras los mensajes. Según un estudio de la State University de New York Binghamton, ese punto es interpretado por la otra persona como falta de sinceridad. La solución es sustituirlo por un signo de exclamación al terminar una frase, que es concebido como un reflejo de "sinceridad" y "mayor profundidad".

Actualidad Laboral / Con información de Expansión