La pandemia trajo consigo muchos cambios, tanto así que esto ha dejado una forma de empleo distinto a lo que conocíamos. Los trabajadores no quieren perder los derechos ganados y esto está haciendo que reconsideren otras alternativas para poder emplearse, pues se dan cuenta de que el autoempleo los hace tener el control de su tiempo.
A este fenómeno conocido como “la renuncia silenciosa” hay que sumarle que si la motivación no existe porque ya no hay un plan de sucesión, un plan de carrera, o no existen las condiciones mínimas en una empresa, los colaboradores más jóvenes ya no están dispuestos a tener solo esas condiciones básicas para continuar.
En la actualidad, para los trabajadores es importante obtener un salario emocional más que solo un salario económico. Según el estudio “La Gran Realización”, de ManpowerGroup, las personas quieren que los empleadores ofrezcan más, que prioricen el bienestar y el propósito, al tiempo que brindan factores de higiene que incluyen flexibilidad, salarios competitivos, buenas condiciones de trabajo y desarrollo de habilidades.
En el salario emocional se incluyen todas aquellas cuestiones de carácter no económico y cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando la calidad de vida del mismo y fomentando la conciliación laboral.
-Además del salario, ¿qué otros factores influyen en la toma de decisión de cambiar de empleo actualmente?
La salud física y mental están cobrando cada vez mayor realce. El sentirse valorado, que el trabajo agrega valor y es reconocido, así como poder tener un balance familia-trabajo son elementos clave que se vuelven parte de las necesidades y motivaciones de los colaboradores.
Tanto así que, en el tema de balance entre familia y trabajo, la Responsabilidad Social Empresarial también tiene una línea que se llama responsabilidad familiar empresarial, que incluye que tengamos contacto con las pequeñas familias que componen la sumatoria de los colaboradores, haciendo encuentros, creando espacios para que esta persona pase más tiempo con su familia.
El respeto al equilibrio vida-labor no es negociable. Tiene que ver con la convicción que tenemos como empresa. Hay que ser coherentes.
-Tomando en cuenta la situación económica, pocas empresas pueden aumentar salarios. ¿Vale la pena el esfuerzo financiero para retener empleados?
Sí vale la pena. Si bien es cierto es importante el buen clima laboral y establecer las condiciones necesarias dentro de las organizaciones para que los colaboradores se puedan desempeñar de la mejor forma posible, esto tampoco implica dejar de lado la remuneración salarial. Se debe buscar un balance entre ambos elementos.
El esfuerzo debe enfocarse en mantener una situación estable, por tener colaboradores comprometidos, que sepan que tienen una red de confianza, porque la misión y visión de la empresa les hace sentido.
-¿Qué acciones no económicas pueden aplicar para retener el talento las empresas?, ¿Prestaciones nuevas o modificaciones de puestos?
Algunas de las que se pueden implementar son identificar quiénes son tus talentos e identificar todas sus conexiones, cuáles serán todas las líneas productivas que va a generar en la empresa, saber porqué debo dar un incentivo económico y reconocimiento emocional.
Además, hay que tener plan de carrera para los colaboradores, que permita desarrollar esos talentos, brindar flexibilidad de prestaciones u horarios, otorgarles libertad de acción y un cumplimiento de retos, sistema de reconocimientos o una retroalimentación positiva.
Actualidad Laboral / Con información de Estrategia y Negocios