02-02-2023
El salario mínimo venezolano cumplirá, el próximo 15 de febrero, 11 meses estancado en los 130 bolívares. Ni las protestas de maestros, trabajadores públicos, pensionados y jubilados en varias ciudades. Ni tampoco el intercambio en el Foro de Diálogo Social junto al sector privado y los representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); lograron impulsar un ajuste salarial.

Durante este tiempo, el salario mínimo que puede cobrar un trabajador en Venezuela pasó de un equivalente de 29 dólares a tan solo 5,79 dólares. Si se calcula a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) que es de 22,44 bolívares para este 2 de febrero.

La pérdida del poder adquisitivo de los maestros, por ejemplo, los llevó a asumir dos y hasta tres empleos adicionales, fuera de su área profesional. Algunos encontraron en la cosecha de tomates y maíz una nueva fuente de ingresos. Mientras que otros se apoyaron en oficios como la manicura y la pedicura, para completar su ingreso y continuar con la compra de los alimentos más básicos.

Sin indexación a la vista



Cuando se hizo el aumento salarial más reciente, en marzo de 2022 se habló de “medio Petro”. Y se esperaba que con eso, se creara un mecanismo de indexación. Para que así, el salario mínimo pudiera ajustarse, en la medida que avanzaba el tipo de cambio oficial fijado por el BCV; y aumentara el valor del criptoactivo nacional. Esto, al final, no ocurrió. La Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.691 dejó claro que el monto quedaba fijado en 130 bolívares, sin ninguna clase de anclaje al Petro.

En los meses siguientes, el Estado también distanció cada vez más, los ajustes del salario mínimo. Los trabajadores públicos y los pensionados y jubilados, tuvieron que esperar 10 meses entre 2021 y 2022, para recuperar algo de su poder adquisitivo. Una decisión que contrasta con los incrementos periódicos que se hicieron, desde que Nicolás Maduro asumió la Presidencia de la República.

Por ejemplo, se hizo un promedio de cinco ajustes del salario mínimo entre los años 2013 y 2018. Ese ritmo empezó a decaer en el año 2019, cuando solo se hicieron tres aumentos del salario mínimo en: enero, abril y octubre. Esta disminución de la frecuencia del ajuste del salario mínimo, fue una fórmula doble para contener el gasto público; y, a la vez, contribuir a que la inflación no tomara más vuelo en Venezuela.

El mecanismo utilizado fue entregar compensaciones extra salariales, como el llamado “Bono de Guerra Económica” tanto para los trabajadores públicos, como para los pensionados. Una herramienta que ya renació a comienzos de este 2023, y que las propias organizaciones sindicales pidieron, tras el cierre del Foro de Diálogo Social.

Más bonos



La creación de una nueva mesa técnica para definir el mecanismo para fijar los salarios, fue parte de los acuerdos en el Foro de Diálogo Social. Entre el Ministerio del Trabajo, la Federación Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras) por parte del sector privado, y los representantes sindicales de los trabajadores; después de tres días de encuentros en la Isla de Margarita.

“El Gobierno no nos ha propuesto en el Foro de Diálogo Social montos y fecha de un aumento salarial, a pesar de nuestra insistencia. Lamentamos que se haya perdido una ocasión, de mejorar el paupérrimo salario mínimo que recibe la mayoría de los trabajadores”. Señalaron los representantes de la Central de Trabajadores y Trabajadoras (ASI), la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y la Confederación General de Trabajadores (CGT); al cierre del evento.

En el comunicado público firmado por los tres representantes sindicales, reiteran que se necesita “un ingreso de emergencia. Que atenúe, aunque sea parcialmente, el hambre que está sufriendo nuestra clase trabajadora”; mientras se discuten los criterios, y el nuevo monto del salario mínimo para este año.

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Actualidad Laboral / Con información de Efecto Cocuyo