Se aproxima el primero de mayo y varios representantes sindicales han expresado la necesidad de aumentar el salario a los niveles que fija la enorme inflación que existe en el país y cuyo índice se rehúsa a publicar el Gobierno.
Sin embargo, a los sindicalistas se les olvida un tema importante que es el título de esta columna "Sin trabajo no hay salario" y agrego "menos aun puede haber aumentos...".
La Lottt dedica varios artículos a regular en detalle todo lo que tLOTTTiene que ver con la remuneración del trabajo, analicemos dos de ellos a la luz de nuestra realidad actual.
"Artículo 96. La riqueza como producto social. La riqueza es un producto social, generado principalmente por los trabajadores y trabajadoras en el proceso social de trabajo. Su justa distribución debe garantizar una vida digna junto a su familia, cubriendo las necesidades materiales, sociales e intelectuales. La ley establecerá los mecanismos para salvaguardar las condiciones en las que ésta se produce".
"Artículo 98. Derecho al salario. Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades materiales, sociales e intelectuales. El salario goza de la protección especial del Estado y constituye un crédito laboral de exigibilidad inmediata. Toda mora en su pago genera intereses".
Cada vez que una Ley dice que va a garantizar algo, me entra una gran tristeza ya que me pregunto ¿cómo un pedazo de papel impreso que contiene un conjunto de palabras escogidas por el legislador de turno puede garantizar que algo exista?
Le Ley no puede garantizar la riqueza y mucho menos crearla. La riqueza la crean los empleadores y empleados que con su capital y esfuerzo se empeñan en producir y generar bienestar.
Para que nos demos cuenta de lo absurdo de nuestra legislación laboral, la Lottt empieza discutiendo el salario indicando que la Ley se va a encargar de determinar cómo repartir la riqueza. Es decir, la Lottt asume que la riqueza existe como el aire que respiramos y que lo que en realidad importa es saber cómo repartirlo.
Ello constituye un absurdo que debemos necesariamente superar. El modelo económico venezolano que asume la existencia de una riqueza por derecho natural sin que se requiera esfuerzo de ningún tipo, es totalmente atrasado y más bien nos condena a la pobreza extrema.
En lo que se refiere al Artículo 98, la disposición legal allí contenida es otra perla que nos trae la Lottt. Se trata de otra declaración absurda, que no es otra que confiscar el ingreso de una persona (empleador) y obligarlo a entregárselo a un trabajador, solamente porque el Estado así lo quiere. Nos encontramos con una Ley que otorga un derecho a alguien pero que compromete a otro a cumplir con el deber, especialmente ahora cuando vemos que los empresarios no pueden continuar empleando trabajadores, que las empresas cierran o dejan de operar y dejan a una gran cantidad de empleados en la calle.
Hago un llamado a la cordura, es necesario y urgente cambiar nuestra manera de pensar, la riqueza hay que crearla con nuestro ingenio, trabajo y esfuerzo planificado. Deslastremos de nuestra mente la idea de que todo se nos debe dar ya listo y luchemos por lo que queremos lograr. Solamente así podremos obtener una sociedad productiva y de amplio bienestar para todos.
Juan Carlos Varela / Abogado
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