Desde muy pequeños nos enseñan que fracasar es malo. Si no te aprendes un temario de memoria y repruebas un examen, serás el 'hazmereir' de la clase. Incluso, hay profesores que ponen orejas y cola de burro a aquel que se atreva a no ser perfecto, al que se salga del libreto. Por supuesto que eso nos vuelve miedosos, ¿por qué hacer o decir lo que pensamos, si nos van a señalar como seres imperfectos? Pobre humanidad con este sistema educativo.


A continuación, te compartimos la experiencia de Gastón Lombardi, Administrador de Empresas, emprendedor y socio fundador de Giff México; y las 10 cosas que le dejó a él haber quebrado un negocio:


"Hay algo de lo que me arrepiento en esta vida, y es que no empecé a fracasar desde joven. Siempre viví al margen de las reglas sociales. Después reprobé un año en la primaria. ¡Qué fracaso! Hasta que me di cuenta de que fue una gran lección". Me gusta pensar en el fracaso como sinónimo de crecimiento. Si no estás fracasando no estás avanzando. “Nace, estudia, consigue un trabajo, ahorra, retírate”.


Escuché eso un sinfín de veces, las personas mayores lo repetían todo el tiempo. Siempre me pregunté: ¿Por qué tengo que ser igual que todos? ¿Qué pasa si fracaso? ¿Qué pasa si me salgo de la línea y me señalan? Para encontrar grandes respuestas hay que comenzar por plantearse grandes preguntas. Cuando tengas miedo al rechazo recuerda que a Steven Spielberg lo rechazaron de la escuela de dirección de cine. Y cuando el fundador de AliBaba, Jack Ma, solicitó empleo en KFC fue el único de los 24 aspirantes al puesto que rechazaron.


Hace poco viví una experiencia dura, quebré uno de mis primeros negocios. Y me llevé algunas amistades con todo y negocio. Pasé días muy difíciles, perdí mucho dinero, tuve roces con amigos y llegué a pensar que era mejor conseguir un empleo, para dejar de romperme la cabeza y sudar la frente. Hasta que me di cuenta de que es de lo mejor que me pudo haber pasado, y estoy preparado para seguir fracasando, cada vez más, cada vez mejor.


Estos son las 10 principales enseñanzas que me llevo:


1- Si tienes una idea, ¡hazla! Deja de soñar, ejecuta.
2- Empieza pequeño; si quieres crear algo, empieza por crear una pintura, ponte a dibujar, entrena tu creatividad.
3- No esperes a que todo sea perfecto. ¡Te morirás esperando! Arriésgate, aquí no es como en la escuela; si lo haces mal aprenderás algo nuevo para después hacerlo mejor.
4- Invierte tiempo en hacer un buen business plan. Analiza el mercado, calcula imprevistos, haz corridas financieras pesimistas.
5- Consigue mentores. Acércate a personas que ya hayan tenido experiencia en el rubro que quieres explorar. No necesitan ser exitosos, de los que han fracasado podrás aprender también bastante.


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6- Arma un buen equipo. Si pierdes tiempo en hacer pequeñas tareas, estarás dejando ir oportunidades. Encuentra personas que te ayuden en el trabajo mecánico, y ponte a hacer cosas que realmente importen.
7- Infórmate. No dejes de investigar, compra libros del tema, investiga sobre las biografías de personas que han hecho algo parecido en años anteriores, infórmate sobre la tecnología, y trata de entender hacia dónde va el mundo. En internet puedes encontrar un sinfín de material.
8- Escucha tu corazón. Como diría Malcolm Gladwell en su libro Blink. En los primeros 3 segundos de conocer a una persona sabrás más de ella que en los próximos tres años. Si algo no te da buena espina, mejor no le entres.
9- No te rindas. Lucha por lo que quieres, el camino de un emprendedor no es nada fácil. Tardarás mucho tiempo en conseguir tus objetivos. Da tu máximo, hasta que realmente sientas que ya debes fracasar. Sé objetivo.
10- Ten grandes metas, pero enfócate en los pequeños esfuerzos diarios. Se vale soñar, siempre y cuando lo acompañes de trabajo duro.


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La libertad financiera es un camino a largo plazo, tardarás muchos años en conseguirla. En esta época, nos hemos acostumbrado a tener todo en un click, pero la vida no es así. Para tener un buen cuerpo, no lo lograrás yendo una vez a la semana al gimnasio y comiendo garnachas. La ecuación es simple. Trabaja, ahorra (para invertir), lee, haz ejercicio, ten un estilo de vida saludable y rodéate de gente más inteligente que tú. Si eres el más inteligente del cuarto, estás en el lugar equivocado. Aléjate de personas tóxicas (aunque puedes aprender un poco de todos, no te recomiendo pasar muchas horas con tu amigo el más borracho, a menos que quieras ser bueno para embriagarte) y vuélvete energía positiva para tu entorno.


Ten paciencia, disciplina y dedicación. Y, recuerda, en los negocios o ganas o aprendes, pero ¡nunca pierdes!



Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur