Imagínate que estás prosperando, convencido de que vas camino al éxito. Entonces, de repente, chocas contra una pared. Ni siquiera quieres salir de la cama, y mucho menos tender la cama. No tienes ganas de comer, y mucho menos de preparar una comida saludable. No te molestas en hacer ejercicio; de todos modos, no hace ninguna diferencia.


La procrastinación es la otra cara de la moneda perfeccionista. Puede derribarte en minutos antes de que te des cuenta de lo que acaba de suceder. El proceso es tan inconsciente que las cosas, simplemente, dejan de tener sentido. Puedes verte atrapado en un patrón de pensamiento negativo que te haga dudar de tus habilidades.


Por eso, aquí te compartimos 3 pasos que pueden funcionar para ti y ayudarte en este proceso:


1- Permite un periodo de gracia


Concédete un periodo de gracia para poder cometer errores. Este tiempo sirve como un colchón que suaviza el golpe. Si te sientes atrapado en un ciclo interminable de procrastinación, elimina la carga dándote el espacio para fallar.


2- Sepárate de los resultados


Cuando incluyes un periodo de gracia en la planificación o el trabajo, te das un respiro. Si realmente deseas trabajar con inspiración, elimina los resultados. Completa la tarea porque disfrutas la tarea, no porque tengas que hacerla. Este único acto de dejarte llevar es muy liberador. Siempre que te sientas rebasado y pospongas las cosas porque la tarea se siente muy abrumadora, recuérdate a ti mismo, que debes desapegarte de los resultados. Esto inmediatamente disuelve la tensión y te permite reconectar con la vida nuevamente, haciéndote sentir inspirado.


3- No juzgues


Este es el favorito de todos los tiempos, y tienes que practicarlo casi siempre. Juzgarte a ti mismo con dureza, como perfeccionista, es simplemente invitar a la procastinación. Siempre que te juzgas a ti mismo, estás iniciando un círculo vicioso que no tiene fin. Los dos primeros pasos no garantizan que no fallará. Están ahí para que puedas volver a ponerte en movimiento, después de estar paralizado por el miedo. Este tercer paso te ayudará a afrontar el fracaso de forma saludable, si tu miedo se convierte en realidad.


Si tienes en cuenta estos tres sencillos pasos, puedes romper con tus propios ciclos de procrastinación, y desbloquear la máxima inspiración y el éxito.






Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur