05-05-2015
Datanalisis estima que en 2015 la inflación podría cerrar en alrededor de 140%, que el Producto Interno Bruto podría contraerse 4% y que las importaciones podrían disminuir 10% con respecto al año pasado, un comportamiento que prevén se reflejará en el consumo privado. “Este coctel nos anuncia que vamos a tener contracción del consumo de alrededor de cinco por ciento este año”, dice Luis Vicente León, presidente de esta empresa.

León sostiene que la principal fuente de ingresos del venezolano sigue siendo el salario, pero advierte que la economía informal ha venido creciendo y que ya se ubica por encima de 40%.

El economista advierte que además de este ingreso tanto por salario como por trabajos independientes en el sector informal, el consumidor venezolano está acudiendo al crédito a la hora de hacer gastos corrientes. “La tarjeta de crédito está financiando la vida cotidiana, está financiando la compra en el supermercado, la compra en el abasto, etc.”, dice.

Precisa que los consumidores están usando sus tarjetas de crédito para complementar su ingreso y para adelantar compras de productos que estiman que podrían necesitar en un fututo y que podrían estar mas costosos. “Es una compra real financiada con una tasa de interés negativa que estimula el consumo y desestimula el ahorro”, sostiene Luis Vicente León.

Datanalisis destaca que el nivel de confianza del consumidor, se encuentra en el nivel más bajo desde que inició n la medición de este indicador en 2008. León sostiene que esto debería afectar

El presidente de esta empresa advierte que “no estamos en una economía normal” y que esto lleva a que funcionen las expectativas racionales que estimulan la compra del consumidor. “Si tú subes el precio, pero los consumidores consideran que el incremento de precio a futuro va a ser mayor que lo que hoy tienes en el mercado, el consumidor compra, incluso ante un incremento en la inflación”, expresa.

En el foro Tendencias del Consumidor 2015, realizado por Datanalisis este martes, Luis Vicente León informó que no se han registrado cambios significativos en la distribución de los consumidores en los distintos estratos sociales, pero sí en su edad. “Es un consumidor envejecido, es un consumidor de 30 años, dividido en partes iguales de mujeres y hombres”, afirmó.

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