La deuda es un concepto que ha de evitarse siempre que se pueda en el plano de las finanzas personales.  Habitualmente, hay contratiempos que te pueden golpear. Sin embargo, cumplir con las obligaciones financieras y un endeudamiento constante, puede terminar asfixiando las cuentas de tu economía personal. Por eso, muchas personas no están preparadas para las emergencias.


Resulta fundamental tener una planificación financiera adecuada para que las deudas no te ahoguen. Hay hábitos con el dinero que pueden ayudar a no tener problemas a futuro. Especialmente, si entras en una dinámica de ahorro que te sirva de soporte con el transcurso del tiempo. No obstante, para aquellos a los que les resulta difícil no endeudarse, sí que hay una serie de consejos que se pueden poner en práctica, y que pueden servirte de referencia para tratar de que tu apalancamiento no termine por asfixiar tu economía doméstica.


A continuación, puedes ver algunas ideas que pueden echarte una mano para no endeudarte, especialmente cuando llega una emergencia financiera:


1- Ajusta el presupuesto familiar


Esto no tiene que ver con tener y modificar un presupuesto familiar formal. Más bien, se trata de identificar áreas de tu vida en las que puedes reducir tus gastos por un tiempo para poder lidiar con las situaciones convulsas.

Algunos de estos ajustes que puedes acometer son pequeños, como cambiar a la compra de productos por los de marca blanca. Hacer solo algunos cambios significativos puede tener un impacto profundo en sus finanzas.


Por ejemplo, puedes considerar hacer solo un gran cambio, como cancelar tus suscripciones o dejar de pedir comida a domicilio. Todo suma para dejar la liquides suficiente que evite que te termines endeudando.


2- Pedir la nómina anticipadamente puede ser una opción a corto plazo


En el caso de que la emergencia no afecte directamente a tu puesto de trabajo, puedes comunicarte con tu empresa para ver si existe la posibilidad de que te anticipen parte de la nómina.

Es una posibilidad mucho más sensata desde el punto de vista financiero que usar un crédito rápido, que cobrará altas comisiones.


Si trabajas para una pequeña empresa, ve directamente a hablar con el propietario de la compañía, ya que esto dependerá de su decisión. Pero si tu actividad laboral la desarrollas en una firma de mayor tamaño, acude al departamento de recursos humanos, que abordará directamente estas decisiones.


3- Busca ingresos adicionales


Otra forma de recuperarse después de tener que hacer frente a una emergencia concreta es buscar un trabajo adicional que pueda complementar tus ingresos actuales. Es mucho mejor que tirar de crédito y apalancarse. Puede ser o bien un empleo a tiempo parcial o una actividad secundaria independiente.

Aunque ahora hay más limitaciones por la pandemia, hay algunas alternativas. Por ejemplo, si tienes habilidades técnicas, puedes elegir un trabajo independiente rápido en Upwork o Fiverr. Hay que ser cuidadoso y selectivo con lo que te involucres, puesto que determinadas alternativas pueden ser una estafa.


4- Aplazar los pagos puede darte cierto oxígeno


Habitualmente, el verdadero quebradero de cabeza de una emergencia no es la capacidad inmediata de pago, sino cómo ese dinero se destinó a otras facturas, a las que ahora no puedes hacer frente.

Por eso, una estrategia interesante que puedes aplicar cuando tienes que lidiar con una emergencia financiera es simplemente solicitar el aplazamiento de tus pagos.


5- Vender artículos personales


Un método rápido de generar liquidez que puede resolver una situación adversa es vender algunas de las pertenencias personales que ya no utilizas.

En este sentido, hay muchas opciones para deshacerte de este tipo de cosas que no usas: aplicaciones como Wallapop, eBay, o Facebook Marketplace. Quizá sea una manera rápida de capitalizar el dinero que necesitas.


¿Cuáles son los mejores artículos que vender? El mejor lugar para buscar es donde almacenas cosas a las que ya no das uso: la parte trasera de tus armarios, tu garaje o cualquier otro lugar apartado.


Asimismo, revisa tus colecciones y fija qué elementos es poco probable que disfrutes de nuevo.


6- Pedir prestado a amigos o familiares


Una última opción a considerar es pedir dinero prestado a amigos o familiares. Esta puede ser una propuesta incómoda, tanto en términos de pedir dinero como en la expectativa constante de reembolsarlo, pero es posible que tengas amigos o familiares dispuestos a echarte una mano.

Si quieres dinero prestado sin dañar estas relaciones, sé muy abierto y honesto acerca de por qué necesita liquidez y entiende que devolver las cantidades prestadas sea una gran prioridad. Si tienes dificultades para pagar, no evites la situación: sé abierto y comunicativo acerca de tus desafíos también. La comunicación y la honestidad son clave.


Actualidad Laboral / Con información de Business Insider