27-07-2018
La semana laboral de cinco días, esa que tenemos todos, tan solo es un estándar que puede ser cambiado en cualquier momento. Y de hecho deberíamos. Porque según una investigación neozelandesa, de la que se hace eco la CNN, la semana laboral de cuatro días resulta, no solo mucho más beneficiosa en términos psicológicos para el trabajador, sino que además, y contra todo pronóstico, resulta mucho más productiva para la empresa.

Para comprobarlo, la empresa neozelandesa Perpetual Guardian instauró como prueba la revolucionaria jornada durante dos meses. Cuatro días de trabajo, mismo sueldo de siempre. Y los resultados, según Andrew Barnes, CEO de la compañía, fueron excelentes: "Me siento honrado de que mi equipo haya respondido y hayan ido más allá de mis sueños más locos", ha declarado en una entrevista con la CNN. Más entusiasmo. Más eficacia. Menos estrés.

Y no es casualidad. Experimentos anteriores, como el que realizaron meses atrás varios investigadores de la Auckland University of Technology mediante una encuesta, soplan en esta misma dirección. Así descubrieron que solo el 54% de los empleados se siente con capacidad para mantener cierto equilibrio saludable entre trabajo y vida con la semana de cinco días, mientras que la cifra sube hasta el 78% cuando hablamos de trabajar cuatro días. Además, el compromiso laboral aumentaba un 20% entre una y otra modalidad.

Esto, según cuenta el psicólogo Danielle Forshee a Elite Daily, responde a una cuestión básica ignorada por todas las empresas: el cerebro humano no está preparado para prestar atención durante las 40 horas que exige la semana laboral convencional. "No estamos destinados a estar haciendo tareas durante la cantidad de tiempo que se espera en nuestros trabajos actuales", explica el experto. Esperemos que cada vez más empresas lo vayan entendiendo y entremos por fin en una nueva y estimulante etapa laboral.

Actualidad Laboral / Con información de Código Nuevo