La pandemia afectó nuestro trabajo: cuándo, dónde y cómo lo hacemos. Las empresas se vieron obligadas a implementar el trabajo remoto de la noche a la mañana. Mientras, los empleados demostraron que pueden ser productivos aunque no estén en la oficina. Ni tengan un horario de 9 a 5. Tampoco reuniones cara a cara. Ni estén viajando.


Pero, a medida que las vacunas se distribuyen y la luz al final del túnel parece acercarse un poco, ¿cuántos de estos cambios por la pandemia durarán?


Aunque algunas empresas están ansiosas por volver «al negocio como de costumbre», otras le apuestan todo al trabajo remoto.


En mayo, Twitter informó que algunos empleados que quieran trabajar desde casa por siempre pueden hacerlo. Y DropBox señaló dicho que ahora lo «virtual será primero». Lo que significa que muchos empleados continuarán trabajando de forma remota la mayor parte del tiempo. Mientras tanto, Google planea poner a prueba una semana laboral flexible, con empleados que vayan a la oficina al menos tres veces por semana.


La palabra F para el trabajo en la pandemia


Los empleados demostraron que pueden ser productivos desde casa. Por lo que la flexibilidad en el trabajo llegó para quedarse, predicen los expertos.


La fuerza laboral híbrida consiste en que algunos trabajadores están en la oficina mientras que otros cumplen sus labores a distancia. Un modelo que permite a los empleados elegir qué funciona mejor para ellos. Eso podría significar que los trabajadores irán a la oficina algunos días de la semana, rotarán semanas entre el trabajo y el hogar, o solo tendrán unas pocas visitas a la oficina al año.


«Creo que habrá pocas organizaciones que se vuelvan 100% remotas», señaló Erica Volini, líder global de capital humano de Deloitte.


Mantener la salud mental


Una fuerza de trabajo distribuida puede ser difícil de administrar. Requiere una comunicación exhaustiva, objetivos bien definidos y el establecimiento de prioridades y planificación estratégica.


«Tiene que haber nuevas formas de medir la productividad y comprender lo que producen los trabajadores», apuntó Volini. «La manera de medir cuando no puedes verlos (a los trabajadores) físicamente ni interactuar con ellos será un cambio bastante significativo», completó.


Además, la flexibilidad no se trata únicamente de ofrecer una opción desde dónde trabajan los empleados. También podría significar que más empresas reconsideren la tradicional semana laboral de 40 horas. Por ejemplo, Unilever puso a prueba una semana laboral de cuatro días con salario completo para sus empleados en Nueva Zelandia.


No se pueden ocultar las demandas que enfrentan los padres que trabajan cuando lo hacen desde casa. Y equilibrar la vida laboral y familiar es, sin duda, difícil. Desde que los niños aparezcan inesperadamente en las reuniones de Zoom hasta el aprendizaje virtual que consume gran parte del día.


Incluso después de que los niños regresen a la escuela, las empresas seguirán buscando formas de apoyar a los padres que trabajan, según Melanie Tinto, directora de recursos humanos de Wex, proveedor de servicios de tecnología financiera.


Eso podría significar beneficios adicionales. Por ejemplo, asistencia de tutoría, planificación financiera, líneas directas para padres y más beneficios de salud mental para toda la familia.


Cambio en las oficinas por el trabajo remoto Ante un número menor de personas que vayan a la oficina regularmente, es probable que las empresas reconsideren sus necesidades inmobiliarias.


«Muchas empresas terminarán con demasiado espacio en sus oficinas», dijo Chester Spatt, profesor de finanzas en la Escuela de Negocios Tepper de Carnegie Mellon. «Va a haber una gran reconfiguración».


En ese sentido, beneficios como gimnasios en la oficina, servicios de tintorería y los refrigerios gratis pierden algo de su brillo si las personas pasan más tiempo trabajando desde casa.


«La era de las mesas de ping pong en la oficina terminó», sostuvo Volini.


Es probable que las empresas se enfoquen en crear espacios para más trabajo en equipo y en colaboración que estaciones individuales.


Dropbox está rediseñando sus espacios de oficina. Y parte de eso incluye quitar escritorios individuales para crear más lugares para la colaboración.


REI anunció planes para cambiar a un modelo de trabajo más distribuido a principios de este año. Luego vendió su nuevo campus corporativo en Bellevue, Washington. En cambio, el minorista de actividades al aire libre planea tener múltiples ubicaciones satélites en toda la región.


Más monitoreo


El monitoreo a los empleados remotos podría aumentar cuando las cosas vuelvan a la normalidad, advirtió Roshni Raveendhran, profesora asistente de Administración de Empresas en la Universidad de Virginia.


El software de monitoreo de empleados puede rastrear la productividad, bloquear sitios web, vigilar la actividad y rastrear las pulsaciones de teclas.


«Las empresas, especialmente dada la realidad actual del trabajo desde casa, recurrieron a una gran cantidad de monitoreo electrónico intensivo e invirtieron una tonelada de dinero en este proceso», sostuvo Raveendhran.


También añadió que el monitoreo puede ser una pendiente resbaladiza. «Una vez que las organizaciones inviertan en herramientas de monitoreo e inicien nuevas prácticas de monitoreo, les resultará fácil continuar con esas prácticas cuando las cosas vuelvan a la normalidad».


Para evitar que este tipo de vigilancia dañe la moral y el compromiso de los empleados, Raveendhran dijo que las empresas deberían hacerlo «informativo» en lugar de «evaluativo». Por ejemplo, dar a los empleados el primer acceso a sus datos.


«De esa manera, el monitoreo en sí se percibe como una forma de obtener información útil sobre los comportamientos propios. Esto, en lugar de preocuparse por ser juzgado negativamente por sus jefes».


Actualidad Laboral / Con información de CNN