El teletrabajo se ha extendido cada vez más durante los últimos años gracias al avance de la tecnología.


Esta modalidad de trabajo conlleva grandes beneficios no solo para las empresas, sino también para los trabajadores. Así, las empresas ahorran en costes relacionados con la electricidad, la calefacción o el alquiler de oficinas, mientras que los empleados disfrutan de la comodidad de trabajar desde casa.


Además, los autónomos son unos de los trabajadores que más trabajan de forma remota, ya que no trabajan para un empresa en concreto, sino que tienen su propia cartera de clientes, lo que les permite trabajar desde sus propias casas y fijarse sus propios horarios.


Sin embargo, independientemente de si trabajas de forma remota como autónomo o para una empresa, hay unos plazos que cumplir, y estos suelen ser bastante estrictos, lo que puede generar estrés y ansiedad. Además, el reciente brote de coronavirus ha provocado que muchos empleados de oficina se estén viendo obligados a trabajar desde casa de la noche a la mañana, lo que puede provocar una gran ansiedad.


Estos 4 consejos te ayudarán a organizar tu trabajo y a gestionar la ansiedad en estos difíciles momentos.


Fijarte un horario


Es de vital importancia adoptar este hábito para así evitar que la gente crea que estás disponible las 24 horas del día debido a que trabajas desde casa, ya que ni siquiera lo consideran un trabajo. Desde los miembros de la familia hasta los amigos, es evidente que trabajar desde casa les hace pensar que no estás haciendo nada, por lo que creen que siempre pueden llamarte para hablar contigo o tomar un café.


Fijarte unos estrictos límites sobre cuál es tu tiempo de trabajo y cuál es tu tiempo de ocio te ayudará a mantener la ansiedad a raya, ya que esta manera te asegurarás de no ignorar las responsabilidades que te ayudan a pagar las facturas.


A nivel táctico, añadir bloques de trabajo a tu calendario hará que el tiempo parezca menos negociable si un miembro de la familia o un amigo te llama para charlar. Crear una clara separación entre el lugar en el que trabajas y el lugar en el que no lo haces también es muy importante.


Priorizar el autocuidado


Por la misma razón, no descuidar tus necesidades básicas es una prioridad, ya que si no duermes, comes y descansas lo suficiente, tu productividad se verá resentida.


Cuando se es autónomo, resulta fácil caer en la trampa de que debes trabajar las 24 horas del día. El hecho de no contar con una separación entre el trabajo y la casa puede agravar este mal hábito.


Por esa razón, debes cambiarte de ropa en cuanto tu jornada laboral llegue a su fin. Las señales mentales de que el día ha terminado y es hora de relajarte te ayudarán a reforzar un equilibrio.


Hablar con otras personas


Independientemente de si te apuntas a un espacio de trabajo o si te haces amigo del barman, hacer un esfuerzo para hablar con otro ser humano - incluso solo sobre el tiempo - puede ayudarte a romper con los patrones solitarios, que pueden acabar provocando depresión o ansiedad.


Un estudio realizado en 2015 descubrió que el riesgo de depresión de una persona aumenta cuando sus interacciones sociales cara a cara son limitadas.


Tener una rutina


El hábito que más te ayudará a mantener la ansiedad a raya es introducir una rutina en tu agenda diaria. Esto no significa que trabajes de nueve a cinco todos los días, o que te tomes todos los fines de semana libres, pero sí significa que debes atender todas tus necesidades.


Algunas rutinas que pueden ayudarte son levantarte temprano y hacer algo que no esté relacionado con el trabajo como el yoga, dar un paseo al mediodía o solo atender llamadas por la tarde.


Para que tu carrera crezca, es de vital importancia que averigües qué es lo que funciona para ti y qué procesos puedes poner en práctica para asegurarte de que tu vida laboral no afecte a tu salud mental.



Actualidad Laboral / Con información de Ihodl