03-06-2020

Diputados y senadores de distintas vertientes políticas presentaron 21 proyectos de ley para regular el teletrabajo. Una modalidad que se hizo habitual desde que el Gobierno argentino, estableció el aislamiento social obligatorio en marzo pasado, que hizo que miles de trabajadores deban trabajar desde sus casas. Pese a tratarse de un tema de la más estricta actualidad, ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados hay fecha de inicio para el tratamiento de los proyectos presentados. En las comisiones no están en agenda.


Según un informe de la asociación Esfera Pública, en la Cámara baja se presentaron 14 iniciativas; de las cuales, diez provienen del bloque oficialista Frente de Todos, cuatro del peronismo sindical y las otras cuatro, de Juntos por el Cambio. En el Senado, se presentaron siete proyectos de ley, de los cuales cinco pertenecen al oficialismo y los dos restantes a la oposición.


Las iniciativas presentadas apuntan a legislar distintos aspectos del teletrabajo, como el consentimiento del trabajador, la extensión y la carga de trabajo, y la compensación de gastos. La primera tendencia de los legisladores al elaborar los proyectos fue incluir el derecho de desconexión, indica el informe. Posteriormente, incorporaron previsiones respecto de la conciliación de la vida familiar y laboral.


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Según sendos informes del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas), el teletrabajo no es para todos. Ambos informes coinciden en que apenas, poco más de un cuarto de los empleos pueden hacerse de igual manera, en una modalidad que evite ir a la oficina tradicional. En "Oportunidades y Límites del Teletrabajo", de Cippec, Ramiro Albrieu, el autor del estudio, señala que en el 40% de los trabajos es crítica la presencia física y la labor, "no tiene forma de hacerse" de manera remota.


Por su parte, el informe de Cedlas ("El Impacto Asimétrico de la Cuarentena"), realizado por Cristian Bonavida Foschiatti y Leonardo Gasparini, detalla que "solo el 26% de los ocupados podría continuar sus actividades laborales desde el hogar"; mientras que "el 74% restante está, actualmente, empleado en ocupaciones en principio incompatibles con esta modalidad". Y agrega: "Las ocupaciones menos compatibles con el teletrabajo están caracterizadas por una mayor proporción de trabajadores informales y cuentapropistas, con niveles de educación, calificación y salarios más bajos".




Actualidad Laboral / Con información de La Nación