19-12-2017
El Congreso de Argentina comenzó a debatir el lunes una reforma del sistema de jubilaciones impulsada por el Gobierno para reducir el déficit fiscal, en medio de violentos choques entre la policía y miles de manifestantes que se oponen al proyecto.

Tras arduas negociaciones políticas para conseguir quórum en la Cámara de Diputados, donde el oficialismo no tiene mayoría, el Gobierno logró que se iniciara la discusión que podría acabar con la aprobación de la norma, luego de que el jueves pasado -también en medio de hechos violentos- fracasara otro intento.

Opositores y sindicalistas aseguran que la reforma, al modificar la fórmula para calcular las pensiones, reduciría los aumentos previstos para los trabajadores. Actualmente, la jubilación mínima en Argentina es de 7.246 pesos, equivalente a 413 dólares.

Después del fracaso de la sesión del jueves pasado, el Gobierno liberal de Mauricio Macri ofreció dar un bono a muchos pensionados para paliar el menor poder adquisitivo que implicaría la nueva fórmula, en medio de la alta inflación que golpea los ingresos de los argentinos.

“Es un bono por única vez en el mes de marzo. Y los meses siguientes los jubilados y pensionados van a empezar a cobrar esta jubilación de hambre y de miseria”, dijo a medios locales el diputado opositor Agustín Rossi.

Minutos antes de que comenzara la sesión de la Cámara de Diputados, miles de manifestantes convocados por partidos de izquierda y sindicatos llegaron a las cercanías del Congreso y se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, que reprimieron las agresiones con gases lacrimógenos y balas de goma.

Personas encapuchadas lanzaron piedras a la policía, que intentó dispersar la protesta escenificada en la plaza situada frente al Congreso, la cual se transformó en una especie de campo de batalla entre humo, llamas, corridas y ruidos de disparos.

Los incidentes dejaron decenas de heridos entre policías y manifestantes y más de 60 detenidos, según la agencia estatal de noticias, Telam.

La reforma “le va a quitar plata a los jubilados, va a quitar las asignaciones familiares y cambia todo el sistema jubilatorio”, dijo Laura Rivas, una docente de 34 años que participó en las protestas.

Durante la noche hubo cacerolazos en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Varios cruces de avenidas fueron bloqueados por personas que, golpeando sus cacerolas, gritaban consignas en contra de la iniciativa y causaron desvíos en el tránsito.

La poderosa central sindical CGT inició al mediodía del lunes una huelga general de 24 horas contra la reforma. Trabajadores de Aerolíneas Argentinas apoyaron la paralización y hubo reportes de retrasos y problemas en los aeropuertos.

El proyecto ya fue votado por el Senado luego de las negociaciones que el Gobierno sostuvo con varios gobernadores provinciales.

Según diputados opositores, varios legisladores provinciales apoyarán el proyecto para que sus distritos sigan recibiendo el financiamiento del Estado requerido para la gestión.

La reforma es la primera de una serie de planes que Macri -quien asumió en 2015 tras 12 años de gobiernos de centroizquierda- busca implementar para reducir el déficit y los costos de producción de las empresas, en un intento por atraer inversiones extranjeras que impulsen la economía.

En los próximos meses podrían aprobarse cambios fiscales, laborales y del mercado de capitales.

Actualidad Laboral / Con información de Reuters