A pesar la coyuntura económica por la que atraviesa Venezuela, cada año surgen numerosas iniciativas emprendedoras en distintas partes del país. Algunas nacen por la necesidad de sus fundadores de obtener un ingreso que les permita atender las necesidades básicas de ellos y de su familia, otras empiezan a desarrollarse porque una persona o un grupo de personas identifica en el mercado una necesidad que decide satisfacer ofreciendo un determinado producto o servicio.

La escasez, la falta de materia prima y las dificultades que han registrado las grandes y medianas empresas en los últimos meses para producir, ha abierto oportunidades a emprendedores, que aunque en pequeñas cantidades, empiezan a ofrecer productos de nuevas marcas y en presentaciones distintas en el mercado de su localidad o región.

El emprendimiento no se ha detenido en el país a pesar las dificultades, un aspecto a favor de los emprendedores en este momento, es que ha crecido el número de personas e instituciones que se preocupan por apoyar, formar y acompañar a quienes tienen ganas y necesidad de desarrollar una idea de negocios. Con esto se está atendiendo uno de los factores que tradicionalmente ha provocado que un gran número de negocios en el país desaparezcan al poco tiempo de fundados.  Universidades, fundaciones, alcaldías, gobernaciones, centros de estudios, empresas privadas y particulares de todo el país, están adelantando programas de orientación y apoyo al emprendedor con características y requerimientos distintos.

También hay emprendimientos que han surgido con la idea de acompañar a los emprendedores en el desarrollo y consolidación de su proyecto. El Centro Internacional de Formación y Apoyo al Emprendedor y Microempresario, es una de estas iniciativas. Sus fundadores ya han atendido las necesidades de alrededor de 20 emprendedores. Su idea es centrarse en ofrecer un apoyo complementario al que reciben los nuevos empresarios en programas tradicionales de formación.

“Nosotros no sólo queremos ayudarlos a hacer un plan de negocio, sino que también les ayudamos a construir estrategias efectivas de mercadeo, a revisar su área operacional para que logren producir con eficiencia y los apoyamos en la interconexión con otros emprendedores que pueden convertirse en sus aliados”, explica Carmen Alecia Ortiz, una de las fundadoras de este centro de formación.

A Ortiz, quien desde 2012 ha participado en la formación de alrededor de 500 emprendedores de programas como Emprende del IESA y Miranda Emprendedora de la Gobernación del Estado Miranda, la acompañan al frente de esta iniciativa, José Antonio Fernández, Charles Salazar y Anthony Jiménez, profesionales con experiencia y especialización en finanzas, ingeniería y orientación de emprendedores.

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Este equipo estima que a partir de agosto, el Centro Internacional de Formación y Apoyo al Emprendedor y Microempresario, empezará a orientar iniciativas del sector alimentos. Aunque el programa está diseñado para emprendimientos de distintas áreas y categorías, se proponen dedicar una atención especial al emprendimiento social.

A corto plazo la meta es orientar a quienes están en Venezuela, pero uno de los objetivos de este centro es ofrecer apoyo a los venezolanos que se han ido a otros países y que tienen necesidad e interés de emprender. Se trata de una meta a mediano y largo plazo que esperan desarrollar ubicando aliados estratégicos en las naciones que registran el mayor número de migrantes venezolanos.

“Toda persona que quiere emprender, puede estar viendo que hay oportunidades en la medida de sus necesidades, lo que se necesita es ánimo”, afirma Carmen Ortiz.

Fotografías: Cortesía Carmen Ortiz 

Actualidad Laboral/JM