Se trata de una incapacidad de adaptarse de nuevo al trabajo tras finalizar el período de descanso. Aparecen síntomas psíquicos como ansiedad, nerviosismo, tristeza, irritabilidad, bajo rendimiento, falta de concentración; y síntomas somáticos como dolor de cabeza, problemas digestivos, inapetencia, opresión en el pecho y trastornos del sueño.

"Es muy común entre las personas activas y lo padece la mitad de la población", dice Juliana Castellanos, psicóloga.

Por ejemplo, en Europa, según algunos estudios, un 35 por ciento de los trabajadores de entre 25 y 40 años sufre de esta alteración; mientras que en Estados Unidos el 15 por ciento reconoce que la padece, de acuerdo con una encuesta de la firma Gallup.

En Colombia no hay estudios sobre el tema, pero solo basta realizar un pequeño sondeo entre quienes se reintegran a sus labores para darse cuenta de que casi todos han experimentado en alguna ocasión, y con más o menos intensidad, los síntomas asociados a este síndrome.

Según investigaciones médicas, aunque no se trata de algo muy frecuente, puede complicarse si se extiende por más de dos semanas y sus síntomas se prolongan de manera severa.

En estos casos, dicen los expertos, habría que preguntarse qué es lo que pasa y por qué, pues esa incomodidad del regreso a la rutina podría estar asociada con el estrés, la intensa actividad laboral, la tendencia de sobrevalorar las vacaciones o el hecho de que el oficio desempeñado ya no brinda las mismas satisfacciones.

"Habría que evaluar entonces a fondo la situación -explica María Monroy, experta en el tema-. Mirar las causas del problema y, si es el caso, tomar decisiones drásticas como cambiar de labor para solucionar esos anormales desajustes físicos y psíquicos".

Pero, eso en casos extremos porque lo normal es que los recién desempacados se adapten más temprano que tarde a sus labores y que el síndrome posvacaciones quede en un par de días sólo como un recuerdo.

No olvide que...

- Si regresa de sus vacaciones 'pasadito' de peso y 'falto' de forma, lo mejor es empezar cuanto antes una dieta saludable y una rutina de ejercicios. Eso sí, visite al médico, pues un chequeo a su salud no está de más.

- Tampoco olvide que el síndrome posvacaciones afecta más a quienes tienen una vida activa, a los que rompen abruptamente su descanso, a los que idealizan las vacaciones como el punto máximo de bienestar, a los que no se sienten cómodos en su trabajo o estudio y lo ven como un medio hostil, a los que sufren del síndrome de Burnout o de agotamiento.

Para que no le pase

Si no ha experimentado el síndrome posvacaciones o ya conoce sus consecuencias y no quiere repetirlas, ponga mucha atención a las siguientes recomendaciones:

Si puede fraccionar sus vacaciones, hágalo. Es más fácil adaptarse de nuevo a las labores si disfruta períodos cortos de descanso.

Organícese. Distribuya sus vacaciones de forma tal que al final sobren unos días para que pueda ajustar su reloj biológico a sus hábitos cotidianos. No corte abruptamente sus vacaciones, es decir, no salga de la playa directo al trabajo.

Tómese unos dos o tres días de adaptación. No olvide que el regreso a casa no tiene porqué significar el fin de las vacaciones, aunque en teoría eso parezca. Si tiene tiempos libres dedíquelos a hacer cosas distintas a sus labores corrientes. Esto enriquecerá su trabajo y su descanso.

Diez fórmulas para derrotarlo

  1. Recuerde que el síndrome posvacaciones es pasajero y que desaparecerá a los pocos días. Así que tómelo con calma.

  2. Planifique los primeros días laborales y no le dé importancia a los malestares.

  3. Si usted es de los que les gusta mantener todo bajo control, inclínese por las técnicas de relajación. Una buena medicina para el cuerpo y el alma.

  4. Use los buenos recuerdos de las vacaciones como una fuente de energía para enfrentar los problemas.

  5. Piense que el trabajo o el estudio dignifican. Así que haga su mejor esfuerzo y saque sus mejores energías.

  6. Reconozca los aspectos positivos de su trabajo o estudio y piense en nuevas motivaciones en lo profesional y personal.

  7. Tenga en mente que el fin de semana se acerca y podrá disfrutar de otras actividades que lo relajarán como leer o ir a cine.

  8. Afronte su regreso como un periodo vital en el que puede impulsar la creatividad y desarrollar nuevas actividades.

  9. No se aísle. Fomente la comunicación, salga con sus compañeros, ríase y tómese la vida con humor.

  10. Por último, piense siempre en forma positiva y sáquele jugo al trabajo o al estudio. No olvide que estas actividades enriquecen su vida.


Actualidad Laboral / Con información de Portafolio