Para emprender, no es necesario tener 20 años, de hecho la gente mayor tiene grandes ventajas: un conocimiento más profundo y extenso de muchos años de experiencia en la fuerza de trabajo. De acuerdo al índice de Kauffman de la Actividad Emprendedora, en 2012 casi un cuarto de los nuevos negocios comenzaron por emprendedores de 55 y más.


Los mayores de 50 pueden no encontrar atractivo el emprender, puesto que la incertidumbre financiera y la cantidad de trabajo que ello implica, puede ser abrumadora; pero ser el dueño de tu negocio otorga un nivel de autonomía y realización que no se puede lograr de otra manera.


La fundación MetLife en Estados Unidos, reportó que un 25 por ciento de los baby boomers encuestados esperaban comenzar un negocio dentro de los próximos cinco a diez años. Por otra parte, según datos de consultoras internacionales, los emprendedores de más de 50 años tienen una tasa de éxito del 70% al crear nuevas empresas, mientras que en los jóvenes el porcentaje oscila el 28%.



Un informe de la consultora Candexar revela que más del 80% de los avisos de búsqueda laboral excluyen a personas de más de 45 años. Y que un 50% de los avisos excluyen a quienes tienen más de 35. "Tenemos naturalizado un mensaje estereotipado y prejuicioso de los adultos -mayores y no tanto-, del que no escapa el mercado laboral. Sabemos que hoy, las personas mayores de 60 años representan un 14,2% de la población, mientras que para el año 2050 serán el 25%", cuenta Alejandra Méndez, Directora Ejecutiva de INICIA en Ambito.com


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Hoy, en el contexto actual, emprender es una alternativa viable para aquellas personas que quedan fuera del circuito laboral tradicional, que tienen estudios y formación profesional, "que gozan de buena salud, energía, creatividad, valor para sumar a la sociedad, algún pequeño capital para invertir y muchos años de vida útil por delante", agrega Méndez.


Otro dato alentador para quienes quieran subirse a la ola de emprender a los 50 es que según el grupo CMI del Reino Unido, los emprendedores mayores tienen una tasa de éxito del 70% al crear nuevas empresas, mientras que la tasa para los emprendedores jóvenes ronda en el 28%.


Respecto a las dificultades, uno de los principales desafíos es el traspaso del mundo corporativo al mundo emprendedor, "y en este sentido, el aprender los códigos de los emprendedores, sus formas de trabajar, sus formas de pensar, conocer sus referentes, su historia", considera Méndez.


Los mayores de 50 años se encuentran en una nueva etapa de la vida, en la que entienden que disponen de tiempo, salud, experiencia y contactos para comenzar algo nuevo.


En los Estados Unidos, la tasa más alta de emprendimiento se encuentra entre 55 y 64 años y, según Harvard Business Review, los mayores de 55 años tiene el doble de posibilidades de lanzar nuevas empresas exitosas que los jóvenes de entre 20 y 34 años.



Las razones de este éxito son diferentes. "A medida que envejecemos, tenemos menos que perder, menos miedo al fracaso. Los hijos ya han crecido y las preocupaciones deberían ser menores a la hora de embarcarse en una nueva aventura. Otras ventajas son el poder contar con una red de contactos amplia, una credibilidad basada en años de experiencia y una capacidad financiera superior. La mayor capacidad financiera es clave en determinar el éxito de un negocio y casi dos tercios (63%) de los business angels mayores de 50 años invierten más de la mitad del total", explica Andres Raya en su sitio.


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Si un emprendedor joven puede exhibir una mayor flexibilidad y una resistencia física superior, los seniors saben valorar mejor el potencial de un proyecto. Además, los trabajadores mayores saben cómo calibrar sus expectativas y son conscientes de que las fases ascendentes y descendentes son normales en la trayectoria laboral de una persona. En cambio, muchos jóvenes, aunque estén muy preparados, se deprimen o bajan su rendimiento con más facilidad si el trabajo no coincide con sus expectativas a medio o corto plazo.


La mejor solución sigue siendo la unión de las dos fuerzas. Para permanecer mentalmente activos, es necesario, de hecho, rodearse de personas de diferentes edades que desafíen continuamente nuestra forma de pensar. En este sentido, la práctica del ‘reverse mentoring’ es de gran valor: porque permite a jóvenes y mayores intercambiar habilidades y seguir formándose.


A ese respecto, parece que los mayores tengan más en cuenta la importancia de diversificar las generaciones activas en la empresa.


Según los autores del informe Gem, los emprendedores senior "tienen más probabilidades que los jóvenes de emplear a más de cinco personas en sus negocios, por lo que no sólo están generando autoempleo, sino que están creando nuevos puestos de trabajo". "Si sabes de vino y sabes vender, te sale más a cuenta contratar un joven programador para tu nuevo eCommerce que aprender a hacerlo tu", remarca Raya.


Lo que es seguro es que hay que estar dispuestos a aprender durante toda la vida. Frecuentar cursos de formación es muy importante si se quiere cambiar de trabajo, incluso permaneciendo en el mismo sector, y se vuelve esencial si el objetivo es pasar a algo completamente diferente. Esta segunda opción es cada vez más frecuente ya que la digitalización borrará del mapa muchos trabajos actuales.


Finalmente, no hay que olvidar que algunos de los proyectos empresariales más exitosos de la historia fueron fundados por empresarios que habían cruzado los 50 años: Ray Kroc fundó Mc Donald’s a los 52, Harland Sanders David abrió el primer KFC a los 65 y John Pemberton, a los 55, creó una compañía llamada Coca-Cola.


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