Desde el ámbito empresarial frecuentemente suelen emplearse argumentos en contra de la incorporación de políticas de cuidado (en especial de la extensión de licencias de maternidad, paternidad y la apertura de centros de cuidado infantil) señalando que estas medidas generan mayores costos laborales y que resultan en una menor productividad. Sin embargo, la realidad es a la inversa: ampliar las licencias y generar las condiciones e infraestructura para el cuidado de las hijas e hijos del personal mejora el crecimiento económico, la productividad y el rendimiento de las empresas, ya que disminuye las tensiones en la conciliación de la vida familiar y laboral, permite una mejor planificación, y fomenta un mayor compromiso de las trabajadoras y los trabajadores con su empleo.

El informe aborda estos mitos que vinculan a las políticas de cuidado con una reducción del crecimiento económico y la productividad contrastándolos con evidencia empírica proveniente de diversas investigaciones a nivel internacional y regional, que muestran que la implementación de políticas de cuidado en las empresas no es sólo una herramienta para asegurar derechos, sino que además es negocio.

El trabajo realizado por ELA -Equipo Latinoamericano de Justicia y Género- en el marco del proyecto “Prevención de las violencias y políticas de cuidado” y fue desarrollado con el apoyo de Unicef durante 2016 y 2017 para analizar cómo se desarrollan estas prácticas, evaluar cuáles son los puntos débiles para ejecutarlos y qué alternativas existen para ponerlas en funcionamiento.

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Se enfoca en las prácticas y experiencias que se impulsan desde las empresas para promover, a partir de diversas estrategias, la conciliación de la vida laboral y la vida familiar, más allá de lo que establecen las normas aplicables al empleo. El informe ofrece un breve mapeo de iniciativas empresariales en materia de cuidado. Además, a partir de las entrevistas realizadas a 28 empresas radicadas en Argentina para conocer las buenas prácticas implementadas, se indaga sobre los principales obstáculos identificados para avanzar en el derecho al cuidado en el ámbito empresarial.Entre los ejes que se abordan en el informe se incluyen:

La importancia de generar un cambio cultural en la masculinidad

El mayor involucramiento de los padres en el cuidado de sus hijos e hijas, en particular, quienes han usufructuado licencias de paternidad extendidas, puede tener efectos positivos en la distribución más equitativa de tareas dentro del hogar, en la igualdad de género en el trabajo y en la percepción de roles de género y estereotipos socialmente arraigados que asocian únicamente a las mujeres como cuidadoras.

La necesidad de promover nuevos modelos de liderazgo implica transformar la cultura organizacional de manera de impulsar liderazgos no sexistas que incluyan las responsabilidades de cuidado como un elemento más en la sustentabilidad empresaria.

La importancia de no perder de vista el horizonte de la igualdad entre áreas de la empresa

Si bien muy pocas empresas podrán garantizar los mismos beneficios y políticas al 100 por ciento de su personal es fundamental que las empresas no pierdan de vista el horizonte igualitario en la implementación de políticas de conciliación.

Rol del estado en la promoción de la agenda en el ámbito empresarial

El Estado debe ser impulsor y dinamizador de la transformación de la distribución de tareas de cuidado, promoviendo el cambio cultural, modificando y transformando integralmente la regulación de las políticas de cuidado, ampliando la oferta de servicios disponibles y desarrollando un amplio conjunto de medidas que tiendan hacia un sistema integral de cuidados.

La incorporación del derecho al cuidado en la agenda empresarial de nuestro país es un desafío urgente y que resulta indispensable para promover la igualdad de género y el derecho al cuidado de niños y niñas.

Un rol activo de las empresas en el impulso a la agenda del cuidado puede alentar el cambio cultural del mundo del trabajo y de gestión empresarial, favoreciendo una redistribución equitativa de las tareas del cuidado. También se ha convertido en un eje estratégico de retención, fidelización y desarrollo de talento del capital humano de las empresas. Por este motivo, de manera creciente, las empresas han impulsado estas medidas de manera articulada entre sus áreas de Responsabilidad Social Empresaria o Sustentabilidad, sus áreas de Capital Humano y en las empresas más grandes, áreas específicas dedicadas a las políticas de Diversidad.

Actualidad Laboral / Con información de Baenegocios