Trabajar con verdaderos amigos es un lujo que no todos se pueden permitir. Tener un amigo en el trabajo es bueno para ti y también para la empresa. Pero no todo es color de rosa. Y mucho menos si se habla de una promoción que puede ser para alguno de los dos.


Tener un amigo al lado, con el que compartes departamento, con el que te entrenas día a día y con el que te enfrentas a los desafíos que la empresa os plantea, solo puede traer cosas buenas en un principio. La productividad aumenta y el compromiso se hace aún más fuerte. Pero existen situaciones que los pueden enfrentar.



Investigadores de Wharton, han sacado en un nuevo estudio el lado oscuro de esta situación idealizada. Porque hay momentos en los que tener un amigo en el trabajo puede generar tensiones y crear situaciones tirantes en la oficina.



Emma Seppälä y Christina Bradley, codirectora y postgraduada asociada del Yale College Emotional Intelligence Project, en un artículo para 'Harvard Business Review' dan algunos consejos de cómo llevar una de estas situaciones. ¿Cómo enfrentarte a una promoción que deje a uno de los dos en desventaja?


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Observar la situación desde una perspectiva sana


“La investigación de imágenes cerebrales muestra que, cuando estás estresado o ansioso, la razón y la lógica se ven afectadas negativamente. Dar un paso atrás, ganar perspectiva y ver las cosas desde un punto de vista más amplio puede ayudar”, aseguran en su artículo Seppälä y Bradley.


Hay que asumir la competencia como una situación normal. Darle la importancia que se merece. No tiene por qué ser la promoción de las promociones. A lo largo de tu carrera aparecerán más oportunidades.


Además, si finalmente es tu amigo el que consigue la promoción y acaba siendo tu jefe, te vas a encontrar con un líder que ya te gusta de antemano, que sabes lo que quiere, como le gusta trabajar y desde ese punto, tú tienes la ventaja.


También debes de poner más énfasis en el mantenimiento de esa amistad y olvidar recelos y tu ego lastimado. “La investigación muestra que las conexiones sociales son una de nuestras mayores necesidades después de la comida y la vivienda. Somos más felices y más comprometidos en el trabajo cuando tenemos relaciones sociales positivas con las personas con las que trabajamos (incluso más que cuando recibimos un gran cheque de pago)”, dicen Seppälä y Bradley.


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No eres tú, es tu amigo


Es importante que mantengas tu autoestima intacta. Será un trabajo duro después de un varapalo de esta magnitud. Pero debes entender que todo es debido a la valía de tu amigo, no a desaprobación de tu forma de trabajar o tus herramientas.


“Las promociones a menudo pueden ser arbitrarias y subjetivas. No siempre se trata de quién es mejor para el trabajo. Por ejemplo, las investigaciones muestran que las personas salen adelante en el trabajo debido a las relaciones más que a sus habilidades técnicas. Todos sabemos que la ‘política’ casi siempre desempeña un papel importante en este tipo de decisiones”, dicen Seppälä y Bradley. Una decisión así siempre afecta a factores que están fuera de tu alcance.



La comunicación es tu verdadera herramienta


Si hay algo que debes hacer sin lugar a dudas en esta situación es hablar con tu amigo. Entre los dos tienen que hacer desaparecer cualquier atisbo de tensión que haya aparecido. “Discute tu incomodidad. Comparte tu determinación de no permitir que esta situación laboral afecte tu amistad”, aconsejan Seppälä y Bradley. Y añaden determinantes que “la clave es usar la inteligencia emocional para asegurarse de que tú, y tus amistades, puedan sobrevivir a pesar de lo que suceda en la empresa”.


Actualidad Laboral / Con información de La Información / Raúl Rustarazo