24-09-2020

La crisis derivada de la Covid-19 golpea con dureza a los trabajadores autónomos, que ven con incertidumbre la evolución de la economía, agravada por la segunda ola de contagios de la Covid-19 y las nuevas restricciones aprobadas para contenerla. Según el último barómetro de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), 370.000 trabajadores por cuenta propia mantienen el cierre de sus negocios en estos momentos, mientras que 1,6 millones -uno de cada dos autónomos- asegura que su facturación ha bajado más de un 60% este año.


Segunda ola de contagios


La consecuencia directa de esta situación es que medio millón de autónomos -uno de cada tres- prevé disminuir la plantilla en los próximos meses, indica esta encuesta; realizada entre los días 18 y 20 de septiembre, y que ha obtenido 2.035 respuestas validadas. El presidente de ATA, Lorenzo Amor, asegura que es “necesario” implementar nuevas medidas para salvar a autónomos, sus empresas y los empleos que generan. “Volvemos a estar en una situación extraordinaria que necesita de medidas extraordinarias”, ha remarcado.


La federación calcula que un 7,7% de los 370.000 autónomos, que mantienen la persiana de su negocio cerrada, llevan sin actividad desde el pasado mes de marzo. Asimismo, indica que casi un 57% de los que sí han abierto, han reducido su actividad un 50% respecto al inicio de la pandemia. De hecho, solo un 15% declara que está funcionando con total normalidad.


Encuesta ATA


Por otro lado, un 13% asegura que su facturación se ha mantenido respecto al año pasado y solo un 3% dice que ha aumentado. Diferente es la situación para un 80% de los trabajadores por cuenta propia, que han visto reducir sus ingresos en lo que llevamos de año, y un 8,3% que declara que no están ingresando nada. Y cuando los ingresos bajan drásticamente, aflora la morosidad, que según el barómetro sufre un tercio de los autónomos (un 33%).


Respecto a las medidas aplicadas para paliar la caída de facturación, casi la mitad de los autónomos encuestados se han beneficiado de la prestación extraordinaria por cese de actividad; y en los últimos tres meses, se les ha exonerado de la cuota total o parcialmente. Sin embargo, el resto (51%) no se ha podido beneficiar de estas medidas, porque no accedió durante el estado de alarma.


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La federación de autónomos alerta de que la prestación por cese de actividad, que se podía solicitar desde el 1 de julio, no tiene nada que ver con el contexto real que viven los autónomos; y considera que ha sido “un fracaso”, ya que solo un 7,1% la ha solicitado, y de este porcentaje se le ha concedido al 72%. ATA argumenta que tres de cuatro autónomos consideran “fundamental” el cobro de cualquier medida de cese de actividad (ordinaria o extraordinaria), para la continuidad de su negocio.


Además, el barómetro resalta que el 53% de los autónomos que tienen trabajadores a su cargo, ha tenido que realizar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). De estos, uno de cada tres señala que aún no ha incorporado a toda su plantilla. Y solo el 27% destaca que podrá mantener a todos sus empleados.


Respecto a las medidas que creen imprescindibles para continuar adelante, valoran la reducción de la cotización a la Seguridad Social; ligada a la caída de la actividad en un mínimo del 50%, o el restablecimiento del cese de actividad extraordinario para paliar las consecuencias económicas de las medidas sanitarias adoptadas, en las zonas donde se declaren nuevos brotes. Asimismo, destacan la propuesta de obtener reducciones fiscales para aquellos que en momentos complicados, han mantenido a toda su plantilla o la prórroga de los ERTE hasta abril del 2021. Una medida que el Gobierno negocia con los agentes sociales.






Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia