23-08-2021

La actividad de la zona euro siguió creciendo en agosto cerca de máximos históricos, en uno de sus mayores ritmos de las dos últimas décadas, según la encuesta a empresas europeas de los PMI. Pero la zona euro afronta serios desafíos empezando por el incremento de los costos de producción por las presiones inflacionistas. El último giro de la espiral de precios lo sufre la industria que denuncia la falta de mano de obra para atender la fuerte demanda y un alza de los salarios. "Podría traducirse en una mayor inflación", alertan los expertos.


La rápida reapertura de la economía europea está ocasionando problemas inesperados. El ritmo de crecimiento sigue cerca de máximos históricos. Según el avance del índice PMI de IHS Markit, el indicador compuesto de actividad total de la zona euro se ha situado en 59,5 puntos en agosto, frente a los 60,2 puntos de julio, su nivel más elevado desde que comenzó la serie histórica en 2006. Pero están comenzando a aparecer problemas, sobre todo en la industria.


El sector manufacturero se ha desacelerado hasta los 61,5 puntos, frente a los 62,8 del mes anterior, su lectura más débil en seis meses. La consultora IHS Markit apunta a que las fábricas europeas sufrieron demoras generalizadas en la cadena de suministro, lo que conllevó además un aumento de los costes.


"Estos costes, combinados con el auge de la demanda, causaron otro aumento casi récord de los precios medios cobrados por los productos y servicios", señala el economista jefe de IHS Markit, Chris Williamson. Las encuestas reflejan que las empresas está haciendo frente al repunte de los pedidos con una creación de empleo al ritmo más intenso en veintiún años. Pero en concreto, en la industria, se notó una cierta ralentización debido a la escasez de mano de obra.


El dato "refleja los esfuerzos de las empresas por fortalecer la capacidad operativa y responder a la demanda", pero a la vez pone de relieve que el mercado laboral está llegando a sus límites. La industria está comenzando a luchar por los trabajadores para mantener el nivel de sus plantillas, lo que puede derivar a una nueva ronda de presiones inflacionista. "Es preocupante observar cierto movimiento al alza en el crecimiento de los salarios debido al aumento del mercado laboral", precisa Williamson.


El crecimiento en los costos de producción ya es una realidad con la que conviven las empresas europeas. "Los retrasos en las cadenas de suministro siguen causando estragos, haciendo que muchas veces las empresas no puedan responder a la demanda y aumentando los costes de las firmas aún más. Estos costes, combinados con el auge de la demanda, causaron otro aumento casi récord de los precios medios cobrados por los productos y servicios, aunque hubo algunos bienvenidos indicios de que estas presiones inflacionistas puedan haber pasado lo peor por ahora", resalta el informe de la consultora.


"Los incrementos en junio y julio fueron más fuertes, lo que indica que las presiones sobre los precios se mantienen en niveles altos pero no parecen estar aumentando", apunta desde ING, el economista Bert Colijn. Pero reconoce que "las presiones sobre los precios se alinean con las expectativas de una inflación elevada y continuada en la segunda mitad del año", abriendo la puerta a que suba de nivel.


"Parece que las demoras en las entregas, especialmente las procedentes de Asia, posiblemente persistirán durante algún tiempo", añade Williamson. Las empresas también aluden a los contagios de la variante delta que causaron problemas generalizados,, reduciendo la demanda y creando más problemas de suministro, aunque IHS dice que quedó compensado por la reducción de medidas restrictivas.


En su análisis, IHS Markit ha señalado que los niveles de nuevos pedidos recibidos en agosto se han mantenido entre los más elevados de las dos últimas décadas, impulsados por el persistente resurgimiento de la demanda de productos y servicios.


Asimismo, ha destacado que el sostenido repunte de la demanda y las mejores perspectivas gracias al aumento del número de personas vacunadas se tradujeron en un auge del optimismo respecto de los próximos doce meses.


Actualidad Laboral / Con información de El Economista