02-10-2017
Una de las promesas electorales de Angela Merkel para su campaña electoral tiene difícil poder cumplirse. Según las previsiones de otoño ofrecidas por los institutos financieros más importantes de Alemania a finales de la semana pasada, el paro continuará descendiendo, pero no será suficiente para obtener el pleno empleo en 2025.

De seguir el ritmo que han marcado los expertos, el desempleo se situaría en un 5,2% en 2019, con sólo cinco ejercicios de margen para que la tasa caiga por debajo del 3%, la promesa electoral de Merkel. Para que estas cifras puedan darse, Alemania debería reducir su desempleo de forma constante y a un ritmo superior al actual, cosa que no parece muy real.

Además de esto, Merkel previsiblemente no será ya canciller de Alemania, pues se presentó a estas elecciones empujada por la falta de otros liderazgos en su partido y la campaña electoral de los democristianos se ha personificado en ella. El actual descenso de las cifras de desempleo es también debido a la aprobación de la Agenda 2010 por parte de los socialdemócratas y los verdes en 2005. Pero el país tiene aún 7,5 millones de minijobs (trabajos parciales por menos de 450 euros al mes, llamados "minitrabajos"), según los datos de la Agencia Federal de empleo. Estos bajos salarios se compensan con una partida social concedida desde las instituciones para completar la renta.

Por su parte, sus futuros socios de Gobierno, optan por reducir cada vez más el Estado de bienestar social y recortar las ayudas. Los Liberales (FdP) prometían también en su programa electoral una "jubilación flexible" que abarcaba desde los 63 hasta los 70 años, contradiciendo así a la propia Merkel, que en el debate televisado junto a Martin Schulz dijo "no nos jubilaremos a los 70".

Christian Lindner, líder del FdP, también quiere una Europa "a dos velocidades". Lindner será previsiblemente el nuevo ministro de finanzas, ministerio que ocupará hasta la constitución del nuevo Gobierno Peter Altmeier, antiguo ministro de Cancillería. Altmeier será también el encargado de negociar con Liberales y Verdes para intentar unir a las tres formaciones en un nuevo modelo de gobierno.

Los ecologistas tienen posturas radicalmente opuestas a las de los Liberales en el tema energético, pues el FdP cree que la protección del clima y las emisiones ha costado demasiado dinero a Alemania (150.000 millones de Euros, calculan) y quieren que se flexibilicen, al contrario que Los Verdes, que son favorables a cumplir a rajatabla los acuerdos de París.

Diferencias sobre inmigración

La cuestión de la acogida a refugiados también será complicada, porque FdP quiere una acogida temporal y que cuando acabe la guerra, los refugiados vuelvan a su país. Esto no difiere tanto de la postura CDU-CSU, puesto que actualmente se conceden los permisos de asilo revisables cada dos años.

El punto discrepante con la inmigración es que los Liberales quieren elitizarla. Su idea es establecer un sistema de puntos en función de la educación, edad o habilidades lingüísticas para que los nuevos inmigrantes puedan quedarse Alemania, cosa que CDU no se plantea.

Actualidad Laboral / Con información de El Economista