Si quiere visitar el lugar más feliz del mundo, necesitará más que dinero. Un buen abrigo de invierno ayudará, además de sentimiento de comunidad.

Un nuevo informe muestra que Noruega es el país más feliz de la Tierra, que los venezolanos están cada vez más tristes y que para ser feliz hace falta algo más que dinero.

Noruega se encumbró en lo más alto del World Happiness Report 2017 a pesar de la caída del precio del petróleo, una pieza clave en su economía. Aunque la renta media de algunos países se incrementó en la última década, su felicidad va en descenso.

Noruega

"Los aspectos humanos son los que importan. Si la riqueza hace más difícil tener relaciones frecuentes y de confianza con otras personas, ¿merece la pena?", preguntó John Helliwell, el principal autor del reporte y economista en la University of British Columbia de Canadá (en el 7mo puesto). "Lo material puede interponerse en el camino de lo humano".

Aunque la mayoría de los países son más felices o lo intentan, en Estados Unidos esta percepción bajó un 5% en la última década. Venezuela, que se ubica en el puesto 82 y República Centroafricana son las naciones que más cayeron en los últimos diez años mientras que Nicaragua y Letonia son las que más crecieron.

Nuestro país ocupaba el pasado año el puesto número 44 del ranking, mientras era uno de los países donde el sentimiento de felicidad estaba disminuyendo.

De los 50 países más felices del mundo, 13 están en América Central y Sudamérica. Entre Costa Rica (12) y Belice (50), se ubican Chile (20), Brasil (22), Argentina (24), México (25), Uruguay (28), Guatemala (29), Panamá (30), Colombia (36), Nicaragua (43), Ecuador (44) y El Salvador (45). Haití es el peor clasificado de la región, en el puesto 145.

Estudiar la felicidad puede parecer algo frívolo, pero refutados académicos llevan años pidiendo más pruebas sobre el bienestar emocional de la gente, especialmente en Estados Unidos. En 2013, la Academia Nacional de Ciencias del país emitió un reporte recomendando que las estadísticas y encuestas federales — normalmente centradas en ingresos, gastos, salud y vivienda — incluyesen algunas preguntas extra sobre felicidad porque conducirían a mejores políticas para la vida de las personas.

Noruega pasó del cuarto al primer puesto de la lista en base a baremos que combinan datos económicos, de salud y encuestas, recopilados por economistas y de los que se elabora el promedio de los tres últimos años, en este caso entre 2014 y 2016. Noruega superó a su vecino Dinamarca, que bajó una posición hasta la segunda plaza. Islandia, Suiza y Finlandia completan el quinteto de cabeza.

"Bien por ellos. No creo que Dinamarca tenga el monopolio de la felicidad", señaló Meik Wiking, director ejecutivo del Happiness Research Institute en Copenhague, que no formó parte del estudio científico global del que se extrae el ranking.

"Lo que funciona en los países nórdicos es una sensación de comunidad y entendimiento en el bien común", agregó Wiking.

Sin embargo, hay que tener algo dinero para ser feliz: la mayoría de los países en las últimas posiciones viven una situación de pobreza extrema. Pero a determinados niveles, el dinero de más no sirve para comprar un extra de felicidad, explicaron Helliwell y otros.

República Centroafricana cayó al último puesto en la lista, y ocupa el vagón de cola junto con Burundi, Tanzania, Siria y Ruanda.

El reporte considera 155 países. Los economistas iniciaron la clasificación en 2012, pero usan datos anteriores para evaluar las tendencias.

La lista se basa en el producto interno bruto per cápita, la esperanza de vida y cuatro factores de encuestas globales. En estas, los participantes responden calificando del 1 al 10 el apoyo social que reciben si algo va mal, su libertad para poder elegir sobre su vida, su sensación de corrupción en la sociedad y cómo de generosos se consideran.

Actualidad Laboral / Con información de AP