25-04-2018

Se empoderó. No se calló. No lo toleró y lo manifestó. Una periodista francesa no dejó pasar el trato abusivo de un hincha del Barcelona, en la previa de la final de la Copa del Rey que los catalanes le ganaron 5-0 al Sevilla en Madrid. El medio para el que trabaja valoró su accionar y publicó el video en las redes sociales.


"No me toques", le dijo Marina Lorenzo, enviada especial del Canal+, a un aficionado que la tomó del brazo mientras estaba al aire. Ya había soportado gritos, que se le cruzaran delante de la cámara, y que le tomaran el micrófono.


Si bien la cronista no hizo un descargo público, el programa que conduce publicó en Twitter un video con todo lo que ella debió soportar durante su cobertura. Junto a un claro mensaje: "No busques a Marina Lorenzo, ¿vale?", más un emoji de enojo.






Campaña en Brasil

Acostumbradas a ser menospreciadas en un ambiente machista, el feminismo les permitió a las periodistas deportivas hacerse valer. Recientemente, las brasileñas encararon una campaña a raíz del acoso sufrido por una compañera cuando cubría un partido.

Bajo el mensaje "Déjala trabajar", más de 50 periodistas deportivas se unieron para pedir respeto mientras realizan su trabajo. "Somos mujeres y profesionales. Solo queremos trabajar en paz", pidieron al unísono en un video que, además, refleja situaciones que debieron soportar.



El video lo encabezó Bruna Dealtry, quien fue jugadora de voleibol y luego comenzó a trabajar como periodista en la cadena Esporte Interativo. En marzo pasado, mientras cubría el choque entre Vasco da Gama y Universidad de Chile, un hincha del equipo brasileño la besó de improviso. Su reacción fue tardía ya que Dealtry debió seguir trabajando porque estaba al aire en un móvil. Su descargo llegó a través de Instagram.

"He sentido la sensación de impotencia que muchas mujeres sienten en estadios, metros o incluso caminando por las calles. Un beso en la boca, sin mi permiso, mientras yo ejercía mi profesión, que me dejó sin saber cómo actuar y sin entender cómo alguien puede sentirse en el derecho de actuar así. Me siento triste por lo que pasó conmigo y por lo que sucede diariamente con muchas mujeres, pero sigo adelante como lo hice en vivo", escribió.

Su situación motivó a sus compañeras a defenderla y a exigir lo mismo.





Sempre fui uma repórter que adora uma festa de torcida. Não me importo com banho de cerveja, torcedor pulando, pisando no meu pé... sempre me deixo levar pela emoção e tento sentir o momento para fazer o meu trabalho da melhor maneira possível. Sempre me orgulhei por ter uma boa relação com todas as torcidas e por ser tratada com muito respeito!! Mas ontem, senti na pele a sensação de impotência que muitas mulheres sentem em estádios, metrôs, ou até mesmo andando pelas ruas. Um beijo na boca, sem a minha permissão, enquanto eu exercia a minha profissão, que me deixou sem saber como agir e sem entender como alguém pode se sentir no direito de agir assim. Com certeza o rapaz não sabe o quanto eu ralei para estar ali. O quanto eu estudei e me esforcei para ter o prazer de poder contar histórias incríveis e estar em frente às câmeras mostrando tudo ao vivo. Faculdade, cursos, muitos finais de semana perdidos, muitos jogos de futebol analisados, estudo tático, técnico, pesquisas etc. Mas pelo simples fato de ser uma mulher no meio de uma torcida, nada disso teve valor para ele. Se achou no direito de fazer o que fez. Hoje, me sinto ainda mais triste pelo que aconteceu comigo e pelo que acontece diariamente com muitas mulheres, mas sigo em frente como fiz ao vivo. Com a certeza que de cabeça erguida vamos conquistar o respeito que merecemos e que o cidadão que quis aparecer é quem deve se envergonhar do que fez. Sou repórter de futebol, sou mulher e mereço ser respeitada.

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Actualidad Laboral / Con información del Clarín