El FMI advirtió que el uso de la inteligencia artificial afectará a casi el 40% de todos los puestos de trabajo. Sin embargo, según un informe del portal de empleo Bumeran, en la región tiene baja adopción laboral y su uso es principalmente para abordar diversas inquietudes.


La arremetida de la inteligencia artificial (IA) es transversal en todas las industrias, no obstante, el temor de su impacto en el futuro del trabajo y en el mercado laboral global cobra mayor relevancia. Recientemente, antes antes de partir hacia el Foro Económico Mundial (FEM) de Davos en Suiza, la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva advertía que el 60% de los puestos de trabajo en las economías avanzadas se verán afectados por la IA. En las economías emergentes, el indicador baja a 40%, mientras que en en los países de bajos ingresos, se prevé que la tecnología impactará al 26% de los empleos.


Según Georgieva, "en la mayoría de los escenarios, la IA probablemente empeorará la desigualdad general" porque numerosos países no cuentan con la infraestructura o fuerza laboral calificada para aprovechar sus beneficios, “lo que aumenta el riesgo de que con el tiempo la tecnología pueda empeorar la desigualdad entre las naciones", declaró a la AFP.


De otro lado, un informe de Goldman Sachs, institución financiera global, de 2023, sugirió que la IA podría reemplazar hasta 300 millones de empleos a tiempo completo.


No obstante, el mismo informe destaca la generación de nuevos empleos acompañados de un aumento en la productividad, dado que los beneficios se expresan principalmente en la capacidad de economizar tiempo, acelerar y automatizar tareas monótonas, acceder rápidamente a la información, analizar datos complejo


Por lo pronto, Latinoamérica tiene una baja adopción laboral de la IA, de acuerdo con el estudio 'IA en el trabajo, ¿qué tan útil es?', de Bumeran, portal de empleo. El documento señala que en la región el 44% de las personas la utiliza principalmente para abordar diversas inquietudes, reflejando un patrón de uso similar al de los motores de búsqueda en Internet. Un 38% señaló que emplea la IA para automatizar tareas repetitivas o generar contenido a través de la IA generativa. Y, un 35% la utiliza en la resolución de problemas cotidianos.


Perú, en tanto, es el país de la región donde más se utiliza la inteligencia artificial en el trabajo (49%) para sus tareas diarias, seguido por Chile y Ecuador (36%), Panamá (32%), y Argentina (31%). Los sectores donde más se utiliza son las áreas de marketing y comunicación (16%), los comerciales (14%), tecnología y sistemas (13%), logística y abastecimiento (12%) y administración y finanzas (11%).


Por otro lado, las personas que aún no han incorporado la inteligencia artificial (IA) en su trabajo lo atribuyen a restricciones impuestas por sus empleadores (37%). Otro 24% prefiere no utilizarla, un 18% no la considera necesaria y un 16% tiene dificultades para acostumbrarse.


Esto debido a que los beneficiados serían los trabajadores más jóvenes y de mayores ingresos, pues al adoptar la IA verían un aumento desproporcionado en sus salarios, según el FMI, que en razón a ello agregó que considera que los trabajadores de menores ingresos y de mayor edad podrían quedarse atrás.


"Es crucial que los países establezcan redes integrales de seguridad social y ofrezcan programas para volver a entrenar a los trabajadores vulnerables", afirmó Georgieva. "Al hacerlo, podemos lograr que la transición a la IA sea más inclusiva, protegiendo los sustentos y frenando la desigualdad".


Cabe mencionar que esta tecnología también ha sido responsable de despidos masivos en empresas como Amazon, Discord o IBM, donde tan solo en 2023 dejaron de trabajar más de 8.000 empleados por alternativas a la IA para agilizar procesos técnicos o que no necesitan aprobación.


Por su lado, la investigación de Bumeran reveló que el 40% de las empresas encuestadas en la región no permiten el uso de la IA, mientras que el 35% lo permite pero no lo fomenta, y solo el 24% promueve activamente su uso.


En Brasil, Chile y Perú, los gobiernos han comenzado a implementar sistemas de regulación con énfasis en la protección de datos.


Actualidad Laboral / Con información de América Economía