De acuerdo con un estudio de Cigna, el 46% de los estadounidenses encuestados se sienten solos. En el mundo laboral, a pesar de toda la atención prestada al compromiso de los empleados, muchos de ellos siguen siendo infelices. Vivimos en una época en la que estamos más conectados que nunca digitalmente, pero la soledad y la infelicidad abundan. ¿Dónde estamos perdiendo el tren?


Y la respuesta no consiste en un mayor compromiso de los empleados, sino en un mayor compromiso humano. Un pequeño acto de amabilidad, incluso una simple conversación en un aparcamiento, puede marcar una gran diferencia. A continuación te presentamos cinco razones por las que marca la diferencia.


Es una inyección de alegría para todo el día


Un simple acto de bondad -o simplemente pensar en la bondad- te puede entusiasmar durante todo el día. Después de un solo acto, sientes menos dolor y estrés, un mayor bienestar e incluso un subidón de euforia, como el subidón de un corredor sin el sudor.


Experimentas relaciones más gratificantes


Los actos de bondad inspiran a tender la mano con más frecuencia, sobre todo a los amigos y familiares que se encuentran a larga distancia. Aunque solo sea por unos instantes, es importante que sepan que son importantes.


Puedes expresar esa misma actitud cariñosa a personas que apenas conoces, firmando correos electrónicos con palabras como "abrazos" o "mucho amor". Cuando realizas actos de bondad, esas palabras tienen un mayor significado. También logras ser más amable contigo mismo. Ser amable te enseña a ser un padre más gentil y más nutritivo.


Se aprecia mejor la belleza y bondad en el mundo


Los actos de bondad enseñan a ver la belleza en uno mismo y en los demás. Cuanto más nos concentramos en la bondad, más bondad vemos a nuestro alrededor. También es bueno dedicar tiempo a leer historias de bondad, en lugar de escuchar las noticias de nuestros días, impulsadas por el miedo. Estas historias dan esperanza de un mundo mejor. Inspiran a seguir preguntando: "¿A quién hay que levantar el ánimo? ¿Cómo podemos cambiar el día de alguien para mejor?


La amabilidad puede ser el nuevo disruptor en el negocio


En la mentalidad actual de juego de suma cero, en la que alguien gana y alguien pierde, los actos de amabilidad recuerdan que puede haber otra manera, incluso en los negocios. No existe tal cosa como ser demasiado amable con un cliente o con un empleado. Con la amabilidad, todo el mundo sale ganando.


Los actos de amabilidad se han convertido en una estrategia para construir un negocio próspero. Es gratificante conectar cada día con un posible cliente, un cliente o un socio comercial simplemente porque importan. La amabilidad no es una debilidad, como muchos piensan. La amabilidad requiere integridad, valor y la voluntad de ir en contra de la norma.


Los actos de amabilidad también son una guía a la hora de gestionar conversaciones de negocios difíciles de una manera más armoniosa. Te puedes hacer preguntas como: ¿Cómo puedo ser amable en esta situación, y a la vez decir la verdad?


Podemos vivir un legado del cual estar orgullosos


Maya Angelo lo dijo mejor: "Tu legado es cada vida que has tocado". Cuando la amabilidad se convierte en una forma de vida diaria, nos sentimos humildes de cómo incluso el acto más pequeño puede impactar en la vida de una persona de grandes maneras. Las emociones cambian de la tristeza a la felicidad, de la depresión al compromiso, todo gracias a la amabilidad.


Los actos de bondad curan. Teniendo en cuenta nuestro pasado, estos actos se han convertido en una forma de enmendar los errores del pasado hacia los demás. Tienen un efecto a largo plazo que va más allá del alcance inmediato.


Actualidad Laboral / Con información de Ihodl / José Rodríguez