De los 6.131 venezolanos que residen en Alemania, según la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF), 268 solicitaron refugio entre enero y septiembre de este año. La cifra coloca a Venezuela como el país americano con más solicitudes de asilo en Alemania. Otro dato que contrasta considerablemente es que en este periodo le concedieron estatus de refugiado a 39 venezolanos, mientras que el país que le sigue más de cerca en solicitudes aceptadas en este renglón es Nicaragua, con 6.


La historia de Daniel Lara


Daniel Lara es periodista. Conducía un programa en Radio Caracas Radio, "la única emisora que mantiene ciertos estándares de libertad en su programación sin plegarse al régimen" venezolano, como él mismo comenta. La cobertura de las protestas del año 2014 y las de 2017 puso a la emisora "en el ojo del huracán”, apunta.


De hecho un día de 2014, mientras esperaba un autobús en Caracas, Daniel fue atacado con un bate de béisbol. Los violentos golpes en la cabeza le provocaron una fisura en el cráneo, lesiones en la nariz y fracturas en la dentadura. En otra oportunidad fue casi atropellado por un automóvil al salir de su casa. "Todos en Venezuela sabemos que ese tipo de vehículos pertenecen normalmente a funcionarios del régimen y de seguridad, vehículos sin placas”, explica a DW.


En 2017 la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) abrió un "procedimiento administrativo sancionatorio” contra RCR y a Daniel Lara le “lanzaron una campaña feroz a través de los medios del aparato de comunicaciones del régimen en la que se me criminalizaba y exponía como enemigo del pueblo y como agente del imperio”.


Una beca recibida en 2017 para un curso de periodismo en zonas de conflicto que se dictó en Israel marcó la salida de este periodista de Venezuela. Según señala decidió tomar un avión a Alemania por la recomendación de allegados que conocían mejor los procesos de solicitud de asilo.


refugiadosalemania1

En su relato explica que tiene más cosas positivas que negativas que decir sobre su experiencia como refugiado y asilado político en el país europeo. Luego de presentarse en un centro de asilo en Berlín, fue enviado a la ciudad de Leipzig, en el estado federado de Sajonia.


Estuvo seis meses en un centro de primera acogida, donde le concedieron los estatus de refugiado y asilado político. Finalmente fue reubicado en un apartamento en Leipzig, donde residirá mientras dure su medida de protección de 3 años, algo que el periodista resalta fue posible gracias a la asistencia que recibió de la organización RosaLinde, encargada de defender los derechos de la comunidad LGTB, a la cual pertenece; y de la ONG Infobus, avocada a la defensa de inmigrantes”.


Daniel también cuenta las partes negativas de su experiencia pero concluye que a pesar de los elementos a mejorar, está satisfecho de vivir en Alemania. "Siento que el proceso de integración en Alemania está muy bien estructurado, está hecho para que, de alguna manera, las personas lo puedan aprovechar, aunque para otras nacionalidades puede ser más difícil”.


 Actualidad Laboral / Ver completo en DW