13-10-2017
El Barcelona ha presentado su presupuesto, que incluye una cifra récord de ingresos: 897 millones de euros para el curso 17/18. Sin embargo, el gran dato no lo es tanto, ya que aparece lastrado por la inmensa masa salarial que se está apoderando de las fuentes de financiación de la entidad, un hecho que la deja en una difícil situación.

Oscar Grau, director ejecutivo del Barcelona, cifró el gasto salarial en un 84% del total de los ingresos. Este porcentaje sobrepasa con mucho la cantidad recomendada para esta partida, que, según El País, debe estar entre el 55 y el 70%.

Para entender el gasto salarial, hay que dejar claro un aspecto: el porcentaje se computa respecto a los ingresos ordinarios, sin contar los fichajes. En este tipo de gasto se incluyen dos variables: los fichajes y las amortizaciones (el precio de fichaje en relación a los años de contrato, que se tipifica en función de los ingresos ordinarios.

El problema para el Barcelona es que, a raíz de la venta de Neymar, se realizaron traspasos a un valor por encima de lo esperado. Esto ha aumentado los gastos salariales y ha puesto al club en la situación actual, con una masa muy elavada. Grau ha sido realista y ha reconocido que estos gastos han de bajarse, al menos, hasta el 60%.

Una solución, aportada por el propio Grau, sería la de fomentar la presencia de la cantera en el primer equipo, aligerando el peso de los salarios procedentes de los fichajes, que serían, además, menos frecuentes. En paralelo a esto, aumentar los ingresos ordinarios. Para ello, el club se centrará en encontrar nuevos patrocinios, en subir los ingresos procedentes de UEFA y en aprovechar el acuerdo firmado con Nike.

Grau ha declarado cuál es la receta: "El club tiene que poner todos los esfuerzos para que sus ingresos no sean extraordinarios sino ordinarios. La idea es tener un política de cantera, controlar los gastos y generar más ingresos". Ahora, el Barcelona necesita ponerse manos a la obra.

Actualidad Laboral / Con información de El Economista