15-01-2018
Después de tres años de crecimiento económico y beneficios empresariales potentes, los sueldos de los trabajadores españoles apenas han apreciado esta mejoría. Siguen en crisis. Da igual que sean directivos o empleados de base, su poder adquisitivo apenas ha mejorado entre 2007 y 2017. En concreto, los trabajadores de a pie y los mandos intermedios han ganado dos puntos a la inflación acumulada en esta década, y los directivos casi uno. Así lo refleja el estudio salarial de ICSA Grupo, que prevé revisiones salariales modestas también para 2018.

La economía española dejó oficialmente la crisis en 2014. Pero ha sido desde 2015 cuando el crecimiento del PIB ha rebasado el 3% anual, superando con creces la media europea. Sin embargo, esta mejoría no se ha dejado notar en los salarios de los trabajadores, que se mantienen muy devaluados tras la recesión, señaló Ernesto Poveda, presidente de la consultora especializada en retribuciones ICSA Grupo, mientras las empresas “acaparan resultados más que significativos”. Entre 2007 y 2017, la inflación acumulada ha sido del 14,20%, en tanto que el aumento de los sueldos se ha movido en la estrecha horquilla que va del 15,13% de los directivos al 16,36% de los trabajadores de base. Es decir, el poder adquisitivo de los españoles ha mejorado tan sólo uno o dos puntos en estos diez años en función de su categoría laboral.

“Las organizaciones han amortizado las pérdidas que tuvieron durante la recesión con los beneficios de 2014, 2015 y parte de 2016. Y debían haber elevado los sueldos de manera consistente en 2016 y 2017, pero no lo han hecho. Están aplicando viejas medidas que no repercuten en una mejora de la productividad ni del maltrecho clima laboral de las empresas”, asegura Poveda.

La undécima edición del informe de remuneraciones que elaboran anualmente ICSA y la escuela de negocios EADA pone de manifiesto que la revisión salarial que han acometido las empresas a lo largo de 2017 ha sido “ridícula”, en palabras de Poveda. De hecho, los empleados rasos de las grandes y medianas empresas que componen la muestra de 80.000 datos en que se basa el estudio han registrado una merma del 0,21% en sus emolumentos debido, explica el presidente de la consultora, a que las nuevas incorporaciones están sustancialmente peor pagadas que las que sustituyen, desaparecidas con la crisis.

La revisión salarial de los directivos en 2017 ha sido del 0,28% y, como el año pasado, los mandos intermedios son los mejor tratados por las organizaciones. Su incremento de sueldo ha sido del 2,72%. Algo que tiene que ver con la escasez de este tipo de profesionales en el mercado y con la premura con que necesitan su experiencia las empresas. Con eso, su retribución media queda en 40.435 euros anuales, casi el doble que la del trabajador de base, de 22.793 euros; y la mitad si se compara con la del directivo, que gana 79.097 euros.

 

De cara al año que ahora arranca, los incrementos salariales tampoco se esperan demasiado boyantes. De momento, patronal y sindicatos no han acercado posturas en la negociación colectiva. Mientras que UGT y CC OO reclaman un reparto más equitativo de la riqueza generada, es decir, revisiones salariales del entorno del 3% en 2018 (así como unos sueldos mínimos garantizados de, al menos, 1.000 euros), la patronal pone el tope en el 2,5%. Y las empresas parecen decididas a no sobrepasar esos límites. Así lo refleja el Estudio de incrementos salariales 2017-2018 elaborado por la consultora de recursos humanos PeopleMatters. Las 161 compañías a las que ha consultado (en general de gran tamaño) pretenden aumentar las remuneraciones de sus empleados un 2,24% este año en promedio, frente al 2,19% de 2017.

El efecto catalán

Más destacable que esta ínfima subida interanual, según Victoria Gismera, directora de PeopleMatters, es la convicción por parte de las compañías de que este año hay que hacer revisiones al alza. De hecho, tan solo un 8% de las organizaciones encuestadas mantendrán la congelación salarial que llevan practicando en los últimos años, y solo una de ellas la trasladará al conjunto de las categorías laborales. Y ello a pesar de la incertidumbre política que vive España, donde la situación de Cataluña está impactando en estas revisiones de sueldo. “Cataluña ha frenado la tendencia alcista que reflejaban las previsiones empresariales hasta la vuelta del verano”, sostiene Gismera, consciente de que la crisis todavía no está resuelta y de que puede seguir influyendo en las revisiones salariales que hagan las empresas a partir de marzo.

Por categorías profesionales, las mayores alzas se trasladarán a técnicos cualificados y mandos intermedios (2,45% y 2,39%, respectivamente), que son los perfiles que se están contratando mayoritariamente. A veces, indica Poveda, con retribuciones estratosféricas, dada su escasez. El presidente de ICSA pone como ejemplo un perfil de key account manager, por el que se ha llegado a pagar 250.000 euros anuales en el sector tecnológico, cuando el salario medio de estos profesionales de ventas que se encargan de gestionar las principales cuentas de una empresa es de unos 60.000 euros al año. El sector tecnológico es el que más personal está contratando y el que mejor lo está retribuyendo.

Según el estudio, el incremento en la remuneración de los directivos será del 2,32%. El del personal administrativo, del 2% y el de los operarios no llegará al 1,84%.

Las bajas retribuciones de los jóvenes

Coincidiendo con la crisis, suena el mantra que dice que España tiene ahora los jóvenes mejor formados de su historia. Y también ese otro que reconoce que las nuevas generaciones tendrán, por primera vez, una peor vida que sus padres. PeopleMatters nos acerca a esta realidad, al analizar los sueldos de entrada que hoy se ofrecen a los jóvenes formados: oscilan entre 21.000 y 32.000 euros anuales, aunque el promedio más habitual es de 21.000 euros. Y no ha dejado de disminuir desde que asomó la crisis.

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Curiosamente, los emolumentos más abultados se pagan a los jóvenes contratados como comerciales. Hay que vender. Y ello supone alcanzar esos 32.000 euros brutos. Después, los segundos en la lista de reconocimiento en su primer empleo son los ingenieros (con y sin máster), cuyo salario llega hasta 30.000 euros al año, cifra que a veces alcanzan los graduados con máster, pero no los titulados con dobles grados (sus sueldos de entrada se mueven entre 21.000 y 28.000 euros).

Estas cifras ponen de manifiesto que la formación en España no está valorada como debería. 21.000 euros de salario inicial supone que los jóvenes titulados ganan sueldos similares a los no graduados.

Actualidad Laboral / Con información de El País