Curt Steinhorst, autor de Can I Have Your Attention (¿Puedo Tener Tu Atención?), escribió: "En realidad la distracción solo es confusión sobre lo que importa". Entonces, ¿qué es lo que importa cuando no podemos concentrarnos en el trabajo? ¿Es la productividad a cualquier costo? Durante décadas, la respuesta ha sido un sí impuesto de manera colectiva.


Como sociedad, ahora sabemos mucho más sobre el cerebro que hace apenas diez años. Resulta que gran parte de lo que pensábamos que nos hacía más centrados y productivos, en realidad no lo hace.


Los siguientes trucos mentales pueden parecer contraintuitivos. Pero ten la seguridad de que es precisamente por eso que funcionan.


Desenfócate


Sé que va en contra del pensamiento tradicional. Nos enseñaron que "el tiempo de ocio es tiempo desperdiciado". Pero lo peor que podemos hacer cuando tenemos dificultades para concentrarnos en el trabajo es esforzarnos más. Esto solo desperdicia energía mental preciosa. Esa fuga de energía cerebral activa nuestra respuesta al estrés, y el estrés hace que nuestro cerebro lógico se apague.


Sin lógica, no hay concentración. Es un ciclo vicioso.


En lugar de eso date un breve descanso de cinco minutos para dejar de pensar. Un estudio reciente de la Universidad de Sídney muestra que eso es todo lo que necesitamos para recuperar nuestra concentración. El autor del estudio, el profesor asociado Paul Ginns, señala que "navegar por las redes sociales durante cinco minutos no cuenta".


Un estudio respalda esta idea, señalando la tendencia de las personas a hacer "multitask con los medios". Un ejemplo es cuando estás chequeando tus redes sociales, revisas tu correo electrónico y luego regresas.


Esta atención dividida compromete aún más nuestra concentración y atención. Una investigación publicada en el informe Workgeist 2021, en colaboración con la Universidad Cornell, mostró que uno se tarda 9.5 minutos en recuperarse al cambiar entre aplicaciones y regresar al foco de la tarea. Así es que, una pausa "rápida" en las redes sociales nos cuesta casi el doble de tiempo en nuestro día.


Acciones alternativas que puedes probar: Sal a dar una vuelta o acércate a una ventana. Mira al cielo. Haz algunos estiramientos suaves. Siéntate y cierra los ojos. Prepárate un té. Limpia el fregadero. Camina por el pasillo. Cualquiera de estas actividades puede reajustar tu enfoque en cinco minutos.


Ir con el flujo (neuroquímico)


¿Conoces esa sensación de adormilamiento contra la que luchas todos los días alrededor de las tres de la tarde? Pues no solo es el resultado de quedarse despierto hasta tarde.


Mi mente explotó durante uno de mis cursos de Certificación en Entrenamiento NeuroSaludable cuando descubrí que, en realidad, este fenómeno es una función normal de nuestros cerebros.


Apuesto a que has escuchado hablar de la melatonina como el suplemento que ayuda a las personas a dormir, pero también es una hormona que se produce de manera natural en la glándula pineal del cerebro. Es crucial para regular nuestro ciclo de sueño/vigilia (también llamado ritmo circadiano). Si tienes dificultades para concentrarte en el trabajo, es fundamental comprender el ritmo circadiano.


Los niveles de melatonina aumentan dos veces durante este ciclo. Uno es por la noche cuando empezamos a sentirnos somnolientos para acostarnos. El otro es al mediodía, causando esa sensación de letargo por la tarde.


Es común forzarnos a superar este período natural de baja energía. La cultura del esfuerzo y nuestros críticos internos nos lo exigen. Pensamos que necesitar de una pausa significa que somos perezosos o débiles. Por el bien de nuestra productividad ignoramos lo que nuestros cuerpos nos dicen. Pero esta mentalidad nos ha engañado durante demasiado tiempo. Nuestros cerebros necesitan descanso para funcionar mejor. De hecho, la ciencia nos muestra que la concentración y la productividad aumentan después de un breve período de descanso (como cerrar los ojos sin quedarnos dormidos).


Adoptar una estrategia neurodivergente


No tengo el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), pero mi cerebro no siempre funciona de manera neurotípica. Recientemente leí un post en LinkedIn de un terapeuta de salud mental. El tiene un diagnóstico de TDAH y ayuda a otros con esta condición. Compartió cosas que le hubiera gustado saber antes sobre su trastorno.


Una de esas cosas era la "energía aleatoria", descrita como alternar entre una energía intensa y el sentirse como un perezoso. Otra era la "cero motivación". Esto es diferente porque podemos sentirnos motivados para hacer cosas, pero aun así no tener energía para abordarlas, o tenemos una enorme cantidad de energía, pero cero motivación para usarla en algo constructivo.


Si te identificas, sabes lo difícil que resulta concentrarse con nuestra energía así de dispersa. He experimentado estas luchas a lo largo de mi vida. Hicieron especialmente difícil los primeros años de mi viaje emprendedor. Intenté seguir consejos para hábitos de alto rendimiento. Solo me dejó sintiéndome frustrado e inadecuado. No pude mantener la consistencia de muchos de ellos.


Entonces descubrí una estrategia simple: la cubeta de tareas.


Primero, anoté todas mis tareas en una hoja de papel. Luego, subrayé las tareas que me resultaban fáciles. Estas son actividades que no requieren de mucha planificación, pensamiento o energía. Las puse en la "cubeta fácil". Configurarlo como si fuera un tablero de Trello funciona muy bien. También podrías mantenerlo listado en papel. Luego, mandé las tareas que sabía que necesitaban más atención enfocada y energía mental/física a la "cubeta desafiante".


En los días en los que me cuesta concentrarme o mantenerme motivado, hago una tarea a la vez de la "cubeta fácil". Esto me permite sentir que logro cosas a pesar de mi energía dispersa. Lograr cosas me ayuda a hackear mi tendencia a sentir que necesito "ganarme" un descanso de autocuidado (algo que nuestra salud mental necesita de manera desesperada en días como estos).


Por lo general, esto es todo lo que necesito para cambiar mi mente a un estado más centrado y productivo. Luego puedo lograr completar algunas tareas "desafiantes".


Nuestros cerebros son máquinas increíbles. Al poner en práctica estos métodos mentales a nuestro favor, incrementamos nuestra eficiencia en el trabajo sin adoptar ideas que pongan en riesgo nuestro bienestar personal. Recuerda, eso es lo que realmente importa si quieres superar la distracción y recuperar el control de tu enfoque.


Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur