01-03-2018
El ministerio de Educación de Turquía acaba de ordenar que Gokhan Açikkollu, un profesor de historia, sea reinstalado en su puesto de trabajo en la escuela secundaria politécnica vocacional Atatürk de Ümraniye, en Estambul. Tras varias pesquisas, ha concluido que el maestro no tiene lazos con los perpetradores del golpe de Estado fallido del 15 de julio de 2016, y que, por ello, puede regresar al encerado. Pero Açikkollu lleva muerto un año y medio. Fue víctima de la justicia del garrote en los días caóticos posteriores a la asonada.

El periódico de izquierdas 'Cumhuriyet', uno de los pocos que hoy en día sigue plantando cara a la versión oficial que emana de los principales medios turcos, informa este miércoles de la tragedia del maestro inocente, de 42 años. Explica que su nombre apareció en una de las primeras listas de la purga de más de 120.000 funcionarios despedidos o suspendidos de empleo bajo sospecha de congeniar con los golpistas. El 23 de julio de 2016, agentes de Antiterrorismo asaltaron la casa del profesor y se lo llevaron preso.

Gokhan Açikkollu, enfermo de diabetes, pasó 13 días en una celda, tiempo durante el cual no se le prestó declaración. En cambio, el 'Cumhuriyet' destaca dos visitas al hospital en ese período. Describe un cuadro en el que el maestro, privado de su medicación, fue sometido a palizas y sufrió diarrea y ataques de pánico. Murió bajo custodia policial el cinco de agosto. La defensora de Derechos Humanos Sebnem Korur concluye que los informes forenses apuntan a una muerte por infarto tras haber sufrido torturas.

Los problemas para los Açikkollu no se acabaron tras el deceso. En aquellos días, el entonces alcalde de Estambul, Kadir Topbas, había anunciado la construcción de un "cementerio de los traidores" para enterrar en él a todos los golpistas muertos sin ceremonia religiosa y sin nombrar sus reconocimientos. El maestro se convirtió rápidamente en un candidato a ocupar uno de sus nichos. Finalmente no fue allí, sino en su Konya natal, aunque, en aquel contexto tenso, incluso el imán local negó el sepelio a los familiares del profesor.

Denuncias de las ONG

turquia1

A principios de este mes, un año y medio después de aquellos hechos, un documento con el membrete del ministerio de Educación restablece el buen nombre de Gokhan Açikkollu y ordena al director del colegio readmitir al muerto. El texto explica que, tras investigarle por presunta propaganda a través de redes sociales, apoyo económico y cooperación con la cofradía del teólogo Fethullah Gülen - acusado por Turquía de ordenar la asonada - , ha decidido acabar con su suspensión de empleo. Su viuda recibió el escrito tardío.

Varias ONG, entre ellas Amnistía Internacional y Human Rights Watch, han denunciado violaciones de Derechos Humanos en las postrimerías del Golpe. La primera en hacerlo fue Amnistía - su presidente en Turquía, Taner Kiliç, lleva más de ocho meses encarcelado acusado de ser gülenista -, que alertó de casos de violación, palizas y denegaciones de comida, agua y asistencia legal a los soldados participantes de la asonada, en la que los militares mataron a más de 260 personas, la mayoría civiles.

Actualidad Laboral / Ver completo en El Mundo España