Un retroceso en los derechos laborales y económicos de los venezolanos sería el nuevo “Régimen Laboral Transitorio” firmado por el Ministro del Trabajo, Oswaldo Vera, a juicio de la coordinadora laboral de la Fundación por los Derechos Humanos (Fundahumanos), Esperanza Hermida. “Es un ensayo más a la represión de las fuerzas productivas, orientado a la intromisión e ingerencia en la libertad de organización que tiene la economía, el trabajo y los trabajadores”, expresó la especialista en la materia.

Según el texto, las empresas están obligadas a prestar personal calificado a otras para reimpulsar la producción agroalimentaria del país. Esto, considera Hermida, viola lo establecido en la Constitución Nacional y en los pactos internacionales, relacionados la libertad de trabajo y el derecho al trabajo, entre ellos, el convenio de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), sobre el trabajo forzoso.

“Este es un nuevo error que está cometiendo el Gobierno venezolano, un nuevo ensayo en el tema del problema de la producción; lamentablemente muy parecido a los ensayos fallidos de Stalin, en la época soviética; muy parecido a los ensayos fallidos de la primera etapa de la revolución cubana con la tasas obligatorias y el trabajo voluntario, que colocaron estos procesos mal llamados revolucionarios, a la cabeza de la arbitrariedad y la violación de derechos humanos”, expresó.

Expresó su preocupación sobre la discrecionalidad que otorga la medida con respecto a quién decidirá el destino de los trabajadores solicitados, así como sus condiciones laborales: Y alertó sobre un posible desplazamiento de personal, de un estado a otro, contra su voluntad, que no se justificaría, ni siquiera bajo el amparo del Decreto de Estado de Excepción y Emergencia Económica.

“Solamente la represión, la creación de un campo de concentración en distintos esquemas de la productividad, hará posible la imposición de este tipo de medidas, porque voluntariamente (…) dudo que hayan condiciones para que la gente se traslade si no le garantizan vivienda, educación, salario justo y condiciones mínimas indispensables para la prestación de su servicio”, advirtió Hermida, quien también es investigadora del Instituto de Estudios Jurídicos, Económicos, Sociales y Culturales.

¿Dónde denunciar?

“Están creadas las condiciones para que Venezuela sea denunciada ante la Organización Internacional del Trabajo”, advirtió la especialista en materia laboral, por considerar que se está violando el convenio que rechaza el trabajo forzoso. Y esa tarea le corresponde a los sindicatos y cámaras empresariales, al estar afectados tanto trabajadores como empresarios.

“Una empresa puede ser desmantelada, si su personal es requerido por una entidad de trabajo diferente y eso afecta la libertad de carácter económico que tienen los empleadores”, explicó. Mientras que los trabajadores estarían perdiendo derechos alcanzados por años de lucha “convención colectiva, la jornada y el horario de trabajo, el derecho al salario como una condición sine qua non para la prestación del servicio (…) u sobre todo está echando por tierra el principio que establece que en el caso de las personas sindicalizadas, deben privar las condiciones establecidas en la convención colectiva”, agregó.

Hermida considera que esto “es un caso para que la Defensoría del Pueblo se lave la cara con el país y haga una demostración de los derechos económicos y sociales de la población y le diga al Ministro del Trabajo que derogue esta resolución. Si no lo hace de oficio, alguien debería acudir, porque la Defensoría del Pueblo, constitucionalmente, es el órgano encargado de preservar los derechos humanos”.

Otra vía administrativa que podrían seguir los afectados sería un recurso de reconsideración ante el Ministro Oswaldo Vera, que agote lo establecido en la Ley; luego, ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) corresponde demandar la nulidad por inconstitucionalidad. Estos son los pasos que, a juicio de Hermida, debe seguir este rechazo contra la Resolución que crea el Régimen Laboral Transitorio.

Actualidad Laboral / Adriana Salazar Salas
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