En muchos casos, a la mayoría les cuesta desconectar del trabajo y disfrutar de nuestras vacaciones, sin pensar en un proyecto que dejamos a medias o un cliente, con el que tendremos que lidiar a la vuelta. Por eso, algunos directivos y jefes de equipo se llevan el trabajo a casa, a la montaña o directamente a la playa. No es teletrabajo, sino algo mucho peor: incapacidad para delegar en otras personas sus tareas.
Los directivos tienen la responsabilidad de desarrollar al equipo, conocer las fortalezas y debilidades de cada uno de sus componentes, cómo aprovecharlas o mitigarlas; así como crear un entorno optimista y motivador para sacar lo máximo del grupo. Esa responsabilidad es mayor, si se está en época de vacaciones, en la que es absolutamente necesario delegar alguna tarea. Y hay que hacerlo de forma eficaz. Pero, ¿cómo?
Ignacio Mazo, director de la Unidad de Liderazgo y Management de BTS (una firma global de servicios profesionales, con sede en Estocolmo); indica las claves para que los directivos de las empresas deleguen, todas ellas pensadas para que se pueda disfrutar de las vacaciones con tranquilidad y eliminar el estrés asociado a los días libres; que padecemos incluso días antes de marcharnos.
1- No vale delegar solo lo que no quieres hacer
"El directivo no debe delegar solamente las tareas que no le agraden, y reservarse las que más le gusten o agraden", sostiene Mazo. La acción de delegar no solo trata de quitarte trabajo, sino de hacer que los demás sientan que se confía en ellos, no que se les traspasa un 'marrón' (problema) .
2- Conocer a quién delegar cada tarea
"Además, debe conocer bien a sus colaboradores, para que pueda delegar a la persona adecuada, la tarea apropiada, por el motivo correcto", apunta. Esto quiere decir que, delegar a un 'segundo de abordo' toda la carga de trabajo, no suele ser una buena idea, sino que es mejor repartir las tareas.
3- Explicar a los demás los detalles de cada tarea
"Al delegar trabajos, el directivo debe explicar los detalles y el contexto", considera Mazo. Compartir tus conocimientos con tus compañeros o subordinados no es malo, ni debería suponer una amenaza a tu puesto. Cuando vuelvas, seguirás siendo tú el experto en tu área.
4- No delegar solo una parte del trabajo
"El directivo ha de delegar tareas completas, siempre que sea posible, así los colaboradores podrán ver todo el proceso desarrollado hasta el final y medir el impacto que este tiene sobre los resultados de negocio", en opinión de Mazo.
5- Realizar un seguimiento
"Cuando se haya asignado una tarea, hay que realizar un seguimiento. Hay que asegurarse de que la tarea se finaliza con la calidad esperada, pero no hay que recurrir a la microgestión", explica. Es decir, que es buena idea fijar un par de fechas para medir los resultados.
6- Asignar tareas para no duplicar trabajo
"Cuando sea apropiado, debe definir con claridad la responsabilidad para cada colaborador y poner esta información a disposición de los demás", comenta Mazo. Mantener un canal de comunicación abierto en todo momento entre colaboradores es una buena idea, pero en el que el directivo solo participe en caso de emergencias.
7- Una sola fuente de instrucciones
"Hay que comprobar que el colaborador recibe instrucciones solamente de una persona y sea responsable solo ante esa persona, siempre que sea posible", argumenta.
8- Dotar de autoridad a los demás
"Delegar supone otorgar la autoridad necesaria para que los trabajos se puedan realizar", explica Mazo. Esto implica que se debe dar la batuta a una o varias personas, y hacer que todo el mundo lo tenga claro antes de irte.
9- Formar a quien se quede a cargo
"El directivo debe proporcionar toda la información y la formación necesarias, para garantizar que la tarea delegada se realiza por completo", sostiene.
10- Feedback a la vuelta
"Cuando el proyecto esté finalizado, hay que proporcionar feedback, coaching y reconocimiento, según lo que resulte más apropiado", concluye Mazo.
Actualidad Laboral / Con datos de La Información