Tener éxito en los negocios es difícil, ¿por qué poner la cosa todavía más difícil con un comportamiento repugnante? Las personas con las que resulta fácil trabajar suelen tener unas carreras mucho más exitosas que las personas desagradables. Aunque las personas poco amistosas pueden conseguir un ascenso de vez en cuando, las personas agradables suelen tener mucho más éxito a largo plazo.
Si quieres evitar ser de los primeros, estos son 12 comportamientos que nunca verás en una persona agradable y que debes evitar.
Fingir humildad
Una investigación llevada a cabo por la universidad de Harvard y publicada en el "Journal of Personality and Social Psychology" demuestra que la falsa humildad no lleva a ninguna parte.
Sé lo humilde que realmente seas, no lo finjas. Si eres un gran líder, recibirás el reconocimiento que te mereces sin tener que forzar el asunto.
Compartir en exceso
Esto incluye compartir demasiadas cosas demasiado pronto con los demás (lo que pone de manifiesto que estás desesperado por tener empatía) y compartir demasiado en las redes sociales (fotos, actualizaciones, logros).
Varias investigaciones de la Universidad de Birmingham han demostrado que compartir excesivamente en las redes sociales hace que las personas se sientan menos conectadas contigo debido a que no saben con quién las estás compartiendo. En otras palabras, se pierde la sensación de intimidad.
Por esta razón, sé más selectivo con respecto a lo que compartes.
Solo hablar de ti mismo
Seguramente conozcas a gente que solo habla sobre ellos mismos, todo el tiempo. El interés por ti mismo demuestra una falta de interés por los demás. Si realmente aceptas que el liderazgo no se trata de ti, te beneficiarás más personalmente que si actúas al contrario.
Ser poco transparente
Nada es más transparente que cuando alguien no es transparente. Las señales de insinceridad son realmente claras. No intentes ocultar nada a nadie, ya que si te pillan, algo que probablemente acabe sucediendo, las personas que te rodean creerán que nunca eres sincero aunque esto solo haya sucedido en una ocasión.
Cambiar a tu tema antes de dar respuesta a lo que te están diciendo
Averiguar cuando alguien no te está escuchando y simplemente está esperando su turno para hablar es realmente fácil. Esto demuestra que están más preocupados por ser interesantes que por estar interesados. Eres como una molestia para ellos, como alguien que interviene en su soliloquio.
Para evitarlo, escucha atentamente y haz preguntas.
Sobreescuchar y no compartir
Si eres un gran oyente y haces muchas preguntas, estupendo. Sin embargo, en algún momento tienes que hablar sobre ti mismo también, ya que si no lo haces, la conexión con la otra persona puede debilitarse, llegando incluso a hacerle pensar que está siendo manipulada.
Un estudio de la Asociación Americana de Psicología ha demostrado que el equilibrio entre compartir y escuchar es esencial, y que es mejor revelarse a sí mismo discretamente que ocultarse descaradamente.
Estar emocionalmente sesgado
A las personas no suele gustarle la gente que pierde los estribos con demasiada frecuencia o que nunca muestra ninguna emoción. Aunque ambos comportamientos pueden ser perdonados, no gusta que sean reiterados. En lo que respecta a la falta de emoción, esto incluye no sonreír nunca.
Mantenerse alejado
Ser distante es exactamente lo contrario de ser agradable. Obligar a los demás a mantener la distancia contigo y tener una actitud fría les alejará emocionalmente de ti, por lo que lo más probable es que no conecten contigo.
Ser negativo
La gente negativa no gusta. Están constantemente en crisis, intentando convertirlo todo en un drama. En concreto, los líderes no pueden ser absorbidos por una órbita de negatividad. La gente se fija en ellos, por lo que cuanto más negativos sean, menos gustarán a la gente.
Hacer falsos cumplidos
Es mejor no recibir ningún cumplido que recibir uno falso. Cuando alguien hace cumplidos sin fundamento, está dando lugar a que la gente crea que está mintiendo, o en el peor de los casos, siendo irónico.
Buscar la aprobación de los demás La gente que necesita ser validada puede cruzar rápidamente la línea de lo lamentable. Irónicamente, pueden enmascarar su necesidad de aprobación siendo constantemente demasiado amables.
Nunca dejar pasar la oportunidad de emitir un juicio
Piensa en lo doloroso que sería si alguien te dijera enfadado: "¿Quién eres tú para juzgarme?" Así que no lo hagas. Para ayudarte a evitar este tipo de comportamiento, simplemente recuerda lo poco que disfrutas siendo juzgado. Así que si deseas gustarle a la gente, intenta evitar todos estos hábitos.
Actualidad Laboral / Con información de Ihodl / José Rodríguez