El desafío del trabajo decente para los jóvenes de América Latina y el Caribe está marcado por el desempleo y la informalidad que afectan en forma persistente a los 56 millones de personas entre 15 y 24 años en la fuerza laboral regional, destacó la OIT en una reunión realizada esta semana en la capital argentina.
Esos jóvenes trabajadores representan poco más de la mitad de los 108 millones de jóvenes de la región, destacó el especialista en empleo juvenil de OIT para América Latina y el Caribe, Guillermo Dema, al presentar un resumen de cuáles son las dimensiones de este desafío en el seminario “¿Qué funciona en las políticas para el empleo juvenil?”.
Entre los jóvenes que forman parte de la fuerza laboral, hay 7,8 millones que están desempleados, y 48,3 millones que si tienen un trabajo, aunque de este total son 27 millones los que están empleados en condiciones de informalidad, mientras que 30,4 millones no tienen ningún tipo de seguridad social.
La reunión convocada por OIT y el programa regional de la Unión Europea Eurosocial , contó con la participación de la Delegación de la UE en este país, así como del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de este país, y tuvo como objetivo intercambiar “Aprendizajes derivados de experiencias de América Latina y Europa”.
El encuentro fue realizado en el marco de los preparativos para la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil , que se llevará a cabo del 14 al 16 de noviembre en Buenos Aires, y que en esta oportunidad incluirá además el análisis y la discusión sobre el desafío que implica generar empleo de calidad para los jóvenes.
“Los jóvenes enfrentan mayores obstáculos que los adultos en el mercado laboral”, dijo Dema al recordar que en porcentajes, la tasa de desempleo juvenil casi triplica a la de los adultos. Además, los 7,6 millones de jóvenes que buscan empleo sin conseguirlo representan 43 por ciento del total de los desempleados de la región.
Por otra parte, el especialista de OIT destacó que hay 37,2 millones de jóvenes que sólo estudian, y 13,3 millones que estudian y trabajan. Pero al mismo tiempo hay cerca de 21 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan (incluyendo a los desempleados que no estudian).
El especialista de la OIT destacó que pese a este escenario desfavorable en el mercado laboral, los jóvenes son optimistas, e hizo referencia a un reciente informe publicado por la Oficina Regional de la OIT para América Latina y el Caribe con resultados de encuesta según la cual “tres de cada cinco jóvenes ven con mucha confianza su futuro al año 2030”.
Entre los que respondieron la encuesta hubo mayor optimismo de los más jóvenes. Las ciencias empresariales y las carreras técnicas son percibidas como buenas oportunidades. Y tres de cada cinco creen que si bien la tecnología afectará su futuro laboral, este efecto será positivo.
“El desafío de trabajo decente para los jóvenes implica responder tanto a los problemas que ya están enfrentando en el mercado de trabajo como a los que surgirán como resultado de cambios sustanciales en el mundo del trabajo”, dijo Dema.
Actualidad Laboral / Con información de OIT