“Si deseas que tu empresa crezca, primero debes crecer como líder”, esta es la primera regla que todo líder empresarial debe aprender desde el día uno. Esto porque el liderazgo para la organización es de tanta importancia, que termina por definir el rumbo y el impacto en su mercado. El problema es que nadie realmente te enseña cómo ser un CEO, todo lo aprendemos por prueba y error. Nadie nos guía para lograr un equilibrio con nuestras vidas personales y profesionales. Es un gran cambio cuando pasas de vender un producto o servicio, a dirigir una estructura organizativa donde eres responsable de un equipo: cubrir nóminas, costos generales y tomar las mejores decisiones. Lo que puede llegar a ser abrumador.
El estudio sobre liderazgo global 2021 de Development Dimensions International arrojó que más de un 60% de líderes empresariales, se sienten extremadamente agotados al final de la jornada laboral; lo que impacta en sus vidas personales y, consecuentemente, en sus empresas. Es por eso que debes trabajar en ti y en crecer tu liderazgo, piensa en ello como ponerse primero la máscara de oxígeno en un avión: antes de ayudar a los demás, tienes que ayudarte a ti. Si eres un CEO con drama, entonces llenarás tu empresa de drama.
Muchos de los emprendedores no cuentan con un sistema de dirección que les ayude en su liderazgo. Cuentan con sistemas de contabilidad, finanzas, reclutamiento, pero casi ninguno cuenta con un sistema de liderazgo. Aquí algunas ideas que te permitiran desarrollarlo:
1- La rutina te libera
Los empresarios quieren libertad, esta es la razón por la que comienzan un emprendimiento; desafortunadamente, muchos terminan esclavizados por sus organizaciones. La clave para ayudar a los emprendedores a ganar su libertad está en la disciplina: si queremos dominar cualquier técnica, debemos empezar por ejecutarla a través de un proceso sistemático. Esta es una lección del mentor Verne Harnish: “la rutina te libera”. Practica una rutina matutina que te permita prosperar física, mental, emocional y espiritualmente. En la que incluyas momentos con tu familia, tiempo para terminar asuntos de tu empresa, algún deporte o actividad que te guste y de tranquilidad, entre otros detallitos.
2- El marco de trabajo a 25 años
Salim Ismail, emprendedor y futurólogo de Silicon Valley realizó un profundo estudio de 4 años a las empresas innovadoras, y disruptivas que están dominando el mercado mundial como Uber, Slack, Google, Ted, SpaceX, Tesla, entre otras. Lo que descubrió fue que todas y cada una de estas empresas compartían un elemento, un Propósito Transformador Masivo (MTP, por sus siglas en inglés). Todas tenían clara su misión de impacto y transformación en el mundo que, como una brújula, les indica a dónde se dirigen y qué deben hacer para llegar ahí.
Al igual que una empresa necesita un MTP para alinear a sus empleados y escalar; tú también necesitas una visión a largo plazo, para alinear todo lo que haces y de esa forma progresar. Cuando tienes una visión a largo plazo, que actúa como tu estrella del norte, puedes sortear los desafíos del día a día para enfocarte rápidamente. El concepto de "marco de trabajo de 25 años" proviene del libro de Dan Sullivan The 25-year Framework. Si tienes un marco de trabajo de 25 años cuenta con cien trimestres. Entonces, ¿cómo planearás estratégicamente tu empresa? ¿Cómo ejecutarás tu estrategia día a día? Para escalar tu impacto, realmente necesitas concentrarte en el largo plazo.
3- Práctica deliberada
Si vemos a las personas mejor pagadas en todo el mundo, tienden a pertenecer a profesiones como los deportes, el entretenimiento y la música. En este tipo de trabajos, las personas dedican el 90% de su tiempo a entrenar o ensayar, y solo el 10% de su tiempo a ejecutar. Debido a que practican tanto, ejecutan a un nivel más elevado y, a cambio, estamos dispuestos a pagar más por su trabajo.
En los negocios ocurre lo contrario. Pasamos el 1% de nuestro tiempo aprendiendo o practicando, para mejorar nuestra capacidad competitiva: pero el 99% del tiempo, lo invertimos en ejecutar en el trabajo. Como líderes debemos invertir esta balanza, dejar de ser bomberos empresariales que extinguen fuegos constantemente o se dedican a resolver problemas; sino que empezar a invertir tiempo en entrenamiento, y en el pensamiento estratégico.
¿Y por qué deliberada? Porque puedes entrenar por ti mismo pero hacerlo mal, lo mejor es rodearse de expertos que puedan guiarte para evitar errores; así como los problemas que ellos han tenido que afrontar y, con ello, puedas nutrir tu liderazgo. Esa es la lección más importante: si te estancas en tu crecimiento, tu negocio también lo hará. Debes crecer más rápido que los retos que tu negocio enfrentará, y tener mucho control con tu vida personal. Lograrlo requiere que diseñes tu propio sistema de liderazgo o dirección ejecutiva.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur - Daniel Marcos