Las startups han sido una pieza clave para reenfocar industrias y mercados, gracias a su perspectiva de desafiar el “siempre lo hemos hecho así” para considerar nuevas soluciones. Lo que conlleva a diversos aprendizajes y experiencias: desde desarrollar nuevas líneas de negocio, entrar a nuevos países, adaptarse a nuevos enfoques culturales hasta buscar financiamiento. De acuerdo con el estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID): “Grandes empresas, startups e innovación en América Latina. Promesas y Desafíos”, uno de los rasgos que diferencian a los ecosistemas latinoamericanos de otros más desarrollados, es  la  baja  articulación  de  las  grandes  empresas con  el  mundo  del  emprendimiento  y  la  innovación. Lo que se traduce en desaprovechar conocimiento de parte de los nuevos emprendedores, así como generar barreras -que no deberían existir- para el  surgimiento de emprendimientos  dinámicos.


Es por eso que, al menos para los próximos años, es fundamental dejar atrás el “siempre se ha hecho así” y nutrirse de las experiencias y aprendizajes del ecosistema startup. Para poderse adaptar a un mundo diferente al que dejamos en -lo que parece ya un muy lejano- 2020; donde las tendencias se han potenciado, los consumidores se mueven más rápido, es fundamental establecer una red de aliados con enfoques cada vez más amplios. Además de una necesaria digitalización donde garanticemos, no perder el control de nuestros negocios.


¿Cuáles son los principales aprendizajes que pueden adoptar los negocios tradicionales del enfoque startup?


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1- Innovar, innovar y volver a innovar. Es muy fácil que un concepto de negocio sea “alcanzado” por la competencia. Siempre habrá alguien dispuesto a ofrecer al mercado un producto más barato, más cómodo o más cercano que el tuyo, por eso lo fundamental es estar en la mejora constante. Una de las principales barreras es considerar que la innovación pertenece, solo a un área del negocio o solo se aplica a los productos finales. La innovación es un proceso integral, en el que participa toda la organización y abarca todos los aspectos críticos de operación: desde los procesos hasta la entrega del producto o servicio al usuario.


2- Confía en tus diferenciadores (y buscar fortalecerlos continuamente). Casi todos los emprendedores tienen muy clara su fuente de preocupación: ¿cómo financiar el proyecto? Uno de los aprendizajes que se obtienen con el tiempo es: enfócate en los diferenciadores. Cambia el enfoque de lo que ofreces para que, no sea uno más en el mercado.


3- Explora caminos diferentes. Las startups se han caracterizado por contar una historia distinta al camino del emprendimiento tradicional. Un ejemplo es la búsqueda de aliados y atraer el interés de los inversionistas interesados en aportar valor al negocio, más allá del capital, así como entrar a nuevos mercados. En todos estos aspectos, es fundamental investigar y conocer las diversas legislaciones de cada país, para poder destacar las fortalezas de los proyectos.


Como emprendedores, tenemos la oportunidad de contar con un enfoque de rápida respuesta a los cambios que podamos observar en nuestros clientes, aliados y entorno. Sabemos que puede parecer que estamos construyendo el avión, donde estamos volando: ese es uno de los aprendizajes más importantes: recordar que la constante es cambiar y adaptarse.





Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur