Aviso para los directivos: la felicidad impulsa los resultados empresariales. Un nuevo estudio publicado el miércoles 16 de febrero ha revelado que: los empleados con altos niveles de felicidad, al empezar a trabajar, se desempeñan mejor que los que tienen bajos niveles. Ascienden más rápido, reciben más premios de reconocimiento, obtienen mejores resultados en las evaluaciones de rendimiento, y son mejor valorados como compañeros de equipo. La investigación se ha llevado a cabo durante un periodo de 5 años. Y ha contado con la participación de casi un millón de soldados, del ejército estadounidense en el Departamento de Defensa, el mayor empleador del mundo.

Puede parecer que las empresas infelices están condenadas, pero Paul Lester, profesor asociado de gestión en la Naval Postgraduate School (EEUU), que ha dirigido el estudio; sostiene que la felicidad es una combinación de naturaleza y enseñanza. Y los ajustes no tienen por qué tener un coste alto. "No es necesario contratar a McKinsey para mejorar la felicidad de la organización", afirma. "Hay una serie de intervenciones breves y beneficiosas, que pueden realizarse con un presupuesto reducido; y no requieren una tonelada de trabajo previo".

A medida que la pandemia entra en su tercer año, mucha gente en países como EEUU está abandonando sus puestos de trabajo; a un ritmo casi récord, y el compromiso de los trabajadores se ha desplomado.  Algunos directivos pueden considerar que fomentar la felicidad de los empleados, es una tarea demasiado ardua, demasiado costosa o que requiere demasiado tiempo, dado su propio agotamiento. Sin embargo, los directivos desempeñan un papel crucial, a la hora de influir en la satisfacción de los empleados; y Lester y otros expertos les animan a ser optimistas. Con el enfoque y las estrategias adecuadas, la felicidad puede convertirse en un pilar fácil y barato en cualquier organización.

1- Contrata a personas felices



Muchas organizaciones ya utilizan pruebas cognitivas y psicométricas, como parte de su proceso de contratación. Lester apunta que incluir una encuesta adicional, para medir la felicidad y el optimismo de base de un candidato; podría ser una forma relativamente sencilla y rentable, de impulsar el bienestar en la organización.  "En igualdad de condiciones, tiene sentido contratar a la persona más feliz", ya que "entran por la puerta con una gran actitud", explica.

Esto no quiere decir que, los directores de contratación deban priorizar la felicidad de los candidatos a un puesto de trabajo, por encima de sus conocimientos o habilidades; sino que deben usar medidas de felicidad, como criterio de desempate. Es importante que estas medidas, se basen en herramientas de evaluación válidas, y no en una mera corazonada de la persona directiva.

2- Cultiva la felicidad



Cuando se trata de impulsar el bienestar emocional de un empleado, el jefe no puede hacer mucho. "Pero tienen cierta influencia y oportunidades", aclara Lester. Además, estas oportunidades no requieren mucho dinero. Lester y sus coinvestigadores recomiendan a los jefes, que dirijan ejercicios de equipo orientados a mejorar el bienestar de los empleados. En particular, comparten el ejercicio de las Tres Cosas Buenas, en el que los empleados escriben tres cosas, que han ido bien cada día; y, qué ha provocado que esas cosas vayan bien, durante una semana.

También aconsejan el ejercicio "Usar las fortalezas características de una manera nueva". En el que las personas rellenan una encuesta en línea, sobre sus puntos fuertes; y luego se comprometen a utilizar una de sus fortalezas clave, de una forma nueva cada día, durante al menos una semana.  Los estudios demuestran que estos enfoques pueden aumentar la felicidad, y reducir la depresión en el transcurso de 6 meses.

Estos ejercicios pueden hacer que los empleados se pongan nerviosos al principio, pero también pueden ser potentes catalizadores de un cambio de mentalidad; según Betsy Kauffman, consultora de diseño organizativo. "Apoyarse en los puntos fuertes y pensar en lo que va bien, en lugar de quedarse en lo malo, sobrecarga la dopamina", afirma. "Es algo que no hacemos lo suficiente en el trabajo", advierte.

3- Sé un modelo de optimismo



La forma más segura de que un directivo mantenga a la gente contenta en el trabajo es ser un buen jefe; es decir, ser un buen ser humano. "Esto requiere escuchar activamente, mostrar empatía, desarrollar la confianza y descubrir qué es, lo que mueve a la gente para poder ayudarles a crecer y desarrollarse"; afirma Adam Bandelli, consultor de liderazgo con sede en Nueva York (EEUU). "Haz que sientan que se invierte en ellos y que se los valora", añade.

Estos ejercicios y encuestas no elevarán los niveles de felicidad de los empleados de la noche a la mañana. Pero está demostrado, que la mejora del bienestar individual de los trabajadores y del equipo, merece la pena, y empieza desde arriba, recuerda Lester. "La felicidad es contagiosa, por lo que los líderes deben ser un modelo a seguir. Las organizaciones y los equipos tienden a adoptar la personalidad del líder: si tus líderes son infelices, lo más probable es que tus empleados también lo sean", concluye.

Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur