Algunas personas tienen la facilidad de salir de problemas difíciles. Son pensadores innovadores y creativos y muchos de ellos son empresarios. El proceso de resolución de problemas es desordenado y caótico.
Existen tres hábitos claves que este tipo de persona emplea para solucionar los problemas.
Están cómodos con la incertidumbre y a veces crean
Les ayuda abrir un libro de la infancia con dibujos e idean un cuento y describen una historia. Los innovadores tiene una gran virtud: se sienten con un alto grado de confort en la incertidumbre.
Para personas de mente más analítica, esto puede parecer una completa pérdida de tiempo, lo cual no forma parte del proceso creativo. Es necesaria esa incertidumbre para ver las cosas desde una nueva perspectiva.
Srini Pillay, psicólogo de Harvard y fundador del grupo NeuroBusiness, dice que la “incertidumbre puede activar el centro del miedo del cerebro, interrumpiendo los procesos de pensamiento críticos para la innovación exitosa".
Saben cómo y cuándo replantearse las cosas
Ante el fracaso, llega ayuda. Mientras que el creativo ensalza emociones negativas como la vergüenza, miedo y frustración, muchos de nosotros tratan de ocultarlo. Todas esas emociones son lo que psicólogos denominan "frames", que llevamos alrededor de nuestras cabezas. Reconocen el fracaso, lo interiorizan, pero se lo plantean como un intento más.
Creen que pueden seguir mejorando
Cuando todo parece perdido, inventan algo nuevo. Tienen una mentalidad de crecimiento en lugar de una mentalidad fija.
Creen que no son lo suficientemente inteligentes como para resolver el problema pero llegan a adquirir nuevas habilidades o conocimientos, algo sumamente importante en el proceso innovador.
Actualidad Laboral / Con información de Equipos y Talento