Tras el impacto del Día Internacional de la Mujer Trabajadora en todo el mundo, ha quedado claro que la sociedad precisa un cambio, que las mujeres y los hombres se tienen que esforzar para alcanzar la igualdad que las mujeres de todo el mundo se merecen. La afluencia ha sido masiva, en España por ejemplo, por medio de una huelga sin precedente alguno. En el resto del mundo ha sido más interactiva que otra cosa, mediante hashtags y publicaciones en las diferentes redes sociales. Está claro que el cambio tiene que llegar, y que todos podemos poner de nuestra parte para que esto pase.
Por ello, estos son algunos de los cambios que pueden realizar los individuos, sin precisar un cambio en la política o la cultura; cambios que puedes realizar en tu día a día y que mostrarán el respeto y la importancia de la mujer:
Mira a las mujeres a los ojos
Esto suele pasar con mucha frecuencia: Dos miembros de un equipo, un hombre y una mujer, se van a reunir con un cliente. El hombre adquiere más contacto visual que la mujer, aunque la mujer sea la líder o la experta en este campo. El contacto visual es fundamental para el empoderamiento. Dirigimos nuestra atención hacia aquellos a los que respetamos. Si eres firme a la hora de mantener contacto visual con una mujer, estás haciéndole saber que reconoces su capacidad y su autoridad.
Intenta hacer negocios en espacios positivos para la mujer
No se trata de las grandes multinacionales, pero por X o Y algunos negocios se siguen realizando en eventos deportivos y en bares de hoteles. Las mujeres no tienen ningún problema con esto, y en muchas ocasiones lo disfrutan, pero debido a que la sociedad lo ha propiciado, muchas mujeres no se sienten seguras en estos ambientes. Hacer negocios fuera de la oficina no es estrictamente necesario y es totalmente evitable. Si de verdad es necesario realizarlos, asegúrate de que el lugar va a aportar felicidad a todos los miembros, tanto femeninos como masculinos.
Ten claro que la familia es tan importante para la mujer como para el hombre
Las mujeres no tienen que ser madres, por mucho que a una gran cantidad de personas les pese. Muchas mujeres quieren ser madres, pero esto no significa que quieren que toda su vida gire en torno a ello, es más, los padres forman la mitad de la ecuación. A veces, sin darnos cuenta, tendemos a echar todo el peso de la familia en la mujer, lo cual es incorrecto y ofensivo. Por tanto, ten en cuenta a la hora de hablar con una mujer, que su vida no se reduce a su familia. No la taches de madre, sino de persona, y en el entorno laboral siempre de trabajadora.
Actualidad Laboral / Con información de Forbes España